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La garabata

El palacio del marqués de Camposagrado

La historia de un edificio que ha marcado el origen y la historia de Mieres del Camino

En el barrio mierense de La Villa, se levanta imponente el palacio del Marqués de Camposagrado, santo y seña de Mieres desde su fundación en el siglo XV, a partir de una torre circular, situable (casi con toda seguridad) en la baja Edad Media, y a la sombra de la cual anidaría y tomaría forma en sucesivas etapas el futuro palacio de la familia Bernaldo de Quirós. El linaje de los Bernaldo de Quirós lo fundó el poderoso don Iván Bernaldo de Quirós el día 28 de enero del año 1474 (el mayorazgo de la Casa de Quirós) de mano del monarca Enrique IV de Castilla y escriturada en la Casa Fuerte de Mieres de su señorío, ante Alvar González de Noreña, escribano del Rey. [G. García, Vicente José: La Casa de Quirós. Gráficas Lux. Oviedo, 1958, págs. 71-73 y penúltima].

También en el mencionado documento se le pone el calificativo de "Casa Nueva", resultando éste un dato muy ilustrativo y aclaratorio para la determinación de la antigüedad del palacio. El mencionado mayorazgo había contraído matrimonio con doña Beatriz Cabeza de Vaca, y expiró el 21 de mayo de 1476, siendo su cuerpo sepultado en el extinguido convento de San Francisco de la ciudad de Oviedo.

Felipe IV nombro marqués de Campo Sagrado el día 3 de mayo de 1661 a Gutiérrez Bernaldo de Quirós de las Alas y Carreño. En cuanto a la datación del palacio, aunque algunos autores retrasan su configuración al siglo XVIII, ya en 1627, en la escritura de un foro que el Obispo de Oviedo, don Juan de Torres Osorio, concedió a don Juan Castañón Hevia (propietario de la casa de Arriondo y regidor perpetuo de la villa de Mieres) se hace referencia al mismo: "Yten en la vega de Varredo, cave Palacio, otro día de bueis que linda, por la parte de arriba con heredad de los hijos y erederos que quedaron, de Juan García de Olloniego, y de la parte avaxo camino de fuero y contra la questa Camino Real".

Vemos pues como la fecha del mencionado edificio (según se desprende de la documentación) es bastante más antigua que la que normalmente se le atribuye y esto, sin menoscabo de apreciaciones que difieran sustancialmente de la expuesta, dado el largo proceso de elaboración que tuvo el citado complejo palaciego.

Los marqueses de Camposagrado fueron a lo largo de los últimos cinco siglos toda una institución en Mieres. El pueblo mierense, muy agradecido, le dedicó las dos calles principales, que eran: calle Marqués de Camposagrado, hoy calle Manuel Llaneza y calle Vizconde de la Dehesilla, luego, Capitán Galán, más tarde Conde Guadalhorce y, finalmente, hasta nuestros días, calle La Vega

Según fueron pasando los años, el palacio de la Villa va perdiendo importancia y todo apunta a que a partir del siglo XVIII solamente era utilizado como residencia de verano, pues los marqueses tenían fijado su domicilio en la capital del Principado. Así se desprende de la visita que realizó, en el mes julio del año 1721, el médico don Gaspar Casal, urgentemente avisado por el segundo Marqués de Camposagrado, para atender a una hija suya enferma, llamada Teresa, nacida en el año 1716.

Los Marqueses de Camposagrado eran de lo más alto del estamento nobiliario y se distinguían por su poder económico y político.

Según la información que nos proporciona el Catastro del Marqués de la Ensenada, entre los mayores hacendados a mediados del siglo XVIII había que destacar a los marqueses de Marcenado, de Valdecarzana, de Ferrera y de Camposagrado. La concentración de vínculos a lo largo del tiempo fue fruto de herencias y matrimonios.

Gaspar de Jovellanos frecuentó el palacio de los marqueses en Mieres del Camino, no faltan fuentes documentales que lo confirman, además de los propios escritos del ilustrado. En el ensayo titulado "Cartas al viaje a Asturias", en una de ellas, "Viaje de León a Asturias", dice: "Desde Santullano a Oviedo, que dista res y media leguas, sólo se encuentra el lugar de Mieres del Camino, donde tiene su palacio el marqués de Campo-sagrado, y en él, una curiosa colección de retratos de algunos caballeros del apellido Bernaldo de Quirós, sus ascendientes, entre los cuales hay algunos valientemente ejecutados". [Gaspar Jovellanos, cartas del viaje a Asturias (Cartas a Ponz), p.59, ediciones KRK, Oviedo, 2003].

La observación que recogen las últimas líneas transcritas nos hacen suponer que Jovellanos había tenido la oportunidad de contemplar con cierto detenimiento la galería de retratos que el marqués tenía en su residencia ocasional de Mieres del Camino.

De hecho, las visitas del ilustrado a la residencia mierense de los marqueses, fueron asiduas dada la amistad que les unía y la actividad política compartida; existen fechas exactas que datan las ocasiones que se alojó Jovellanos en el palacio mierense, a saber: 14 de abril de 1795, 21 de agosto de 1797 y 15 de noviembre de 1797.

En el año 1837, murió sin sucesión el Teniente General don Francisco de Asís Bernaldo de Quirós Mariño de Lobera, situación que provoco un complicado litigio entre familiares más o menos próximos; al final del pleito que duró algunos años, se constituyó en heredero (sexto Marques de Camposagrado) don José María Bernaldo de Quirós Llanes Campomanes (conocido por don Pepito), sobrino en octavo grado de don Gutierre Bernaldo de Quirós de las Alas y Carreño.

El siguiente marquesado (el séptimo, don José Bernaldo de Quirós y González de Cienfuegos), emparentó con los Borbones a partir del enlace del séptimo Marqués con María Cristina Muñoz y Borbón, hija de la reina viuda de Fernando VII, doña María Cristina de Borbón y de don Fernando Muñoz, distinguido posteriormente con el título de Duque de Riansares, Grande de España.

En el siglo XIX, el magno edificio acoge, en el verano de 1858 la visita de SS.MM. los reyes de España, Isabel II y Francisco de Borbón y Asís (Duque de Cadiz), y el príncipe de Asturias, el futuro Alfonso XII.

Aquella visita fue todo un acontecimiento para Mieres, la familia real no había viajado a Asturias desde la remota fecha de 1517, cuando Carlos V desembarcó en el pueblo de Tazones. El hecho de que los reyes pernoctaran en el palacio de Camposagrado era un gran honor y manifestaba el prestigio de la familia Bernaldo de Quirós, así como la grandeza del edificio, que suscitaba el asombro de propios y estaños, De la Rada y delgado lo corroboran al apuntar: "A las siete de la tarde, en medio de un entusiasmo indecible (?) SS.MM salieron de Pajares, dirigiéndose a Mieres del Camino, donde llegaron a las diez de la noche, descansando en el palacio con antiguo torreón, a usanza de la Edad Media, que en aquel pueblo tiene el Marqués de Campo-Sagrado. La vista del edificio (?), era impresionante, mágica. Al bajar de una montaña en una noche oscura encontrarse con un palacio cuya fachada está cubierta de luces de diversos colores, dentro del cual hay un jardín lleno de globos de luz, y cuya puerta aguardan las gentes con hachas de cera encendidas, es un efecto como un sueño de la Mil y una noches?". [Rada y Delgado, Juan de Dios de la, "Viaje de SS.MM y AA, por Castilla, León, Asturias y Galicia, verificado en el verano de 1858". Madrid, impresor Aguado, 1860, p 291].

Fue también en el palacio donde tuvo lugar la recepción a las autoridades mierenses, así como el desfile de la ciudadanía rindiendo honores a sus majestades.

Don José María Bernaldo de Quirós y Llanes (sexto marqués de Camposagrado) se constituyó en baluarte de los derechos de los menos favorecidos, haciendo públicas sus ideas liberales y publicando el "Manifiesto de Hambre", firmado el 22 de junio de 1854, en el que clamaba por mejorar las condiciones de vida de los más pobres. Sólo resta decir con certeza que el palacio mierense de La Villa, simbolizaba la categoría de sus huéspedes y la prevalencia política y económica de la familia a la que pertenecía.

María Cristina Muñoz y Borbón mantuvo siempre una buena relación con el Ayuntamiento de Mieres, según se desprende de distintas actas de sesiones plenarias, por ejemplo: en el año 1918, donó un terreno para el ensanche de la acera de la calle Camposagrado; en el año 1919, autorizó al Ayuntamiento para que procediera al arreglo de la fuente de Estayes.

A su muerte, en el año 1923, heredó el palacio don Jesús Bernaldo de Quirós, éste fue el último propietario de la familia de los Marqueses de Camposagrado. El marqués, el 13 de mayo de 1925, se pone en contacto con el alcalde don José Sela para ofrecerle el palacio por 375.000 pesetas, finalmente el palacio de Campo Sagrado pasa a ser propiedad del Ayuntamiento, el 7 de abril de 1927, por 300.000 pesetas, abonadas en tres plazos, excluyendo los muebles del palacio y el escudo de armas de la familia hecho en piedra. Otro día contaré un poco más.

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