La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Desde mi Mieres del Camino

La estela de presentadores y organizadores de actos

Alberto Cienfuegos, "Míchel", y su papel como presentador de eventos dentro del concejo mierense

Dicen que los pueblos hacen historia y con ella llegan las tradiciones. En el reciente pasado de Mieres del Camino, existe un capítulo que nunca se le dio mayor importancia que la del momento puntual de su actuación: la de los presentadores de actos públicos o coordinadores de acontecimientos de igual naturaleza. Pues los hubo y existen en esta parcela del mapa asturiano con la justa aplicación de la popularidad que les corresponde, la mayoría relacionados con el periodismo comarcal o cualquier faceta propia de la cultura y las artes.

Desde los tiempos de Vilches Avilor y Héctor, pasando por el querido José María Pellanes -afortunadamente aún con nosotros-, el recordado Luis Estévez "Cholo" y el aún vivito y coleando Celso Fernández, allerano de nacimiento pero con el sello inconfundible del mierensismo, hoy un tanto en el dique seco por su responsabilidad profesional en Oviedo con la Cadena COPE; y Luis Prieto de Radio Parpayuela, ente otros, llegamos al presente con lo que nos ofrece la actualidad, caso de, al menos esporádicamente Ismael Arias, actual director de la Casa de Cultura; José Manuel García, jubilado, que comparte su condición del intérprete de la tonada con su presencia activa como presentador; para terminar con nuestro protagonista de hoy, Alberto Cienfuegos, conocido popularmente como "Míchel", que con un carácter abierto a cualquier iniciativa y colaboración, se ha "destapado" como un auténtico maestro de ceremonias ligado principalmente a los certámenes y concursos de la canción asturiana con presencia activa en los medios audiovisuales de esta tierra, es decir la RTPA.

De Míchel -partimos de esa denominación por su apertura ante el conocimiento popular- se podría abrir un libro biográfico, aunque nos vamos a limitar a tres facetas de su vida cara al público, en tres escenarios totalmente distintos aunque nunca opuestos. Tras ciertos tímidos lances periodísticos sustituyendo a cierto corresponsal de la casa, Míchel logró, por justa elección, el cargo de encargado de administración de la gran novedad que entonces supuso la residencia de personas mayores "Valle del Caudal", en su condición de pública por arte de la gobernabilidad de un patronato municipal, primer centro que adquiría vigencia en la piel del concejo. Esto ocurría allá por 1988, con lo que, lógicamente, ya se celebraron, con abundancia de actos, las bodas de plata. Su inauguración supuso todo un acontecimiento unido a la identificación de quereres y poderes de las administraciones del Principado y del Ayuntamiento. Ello le permitió a nuestro hombre sumergirse en un sector de la población necesitado de afectos, atenciones y calor, elementos indispensables que Míchel supo desplegar, conjuntamente con el resto del personal, bien propio de la casa o dependiente de las empresas de servicios contratadas. Y eso, hasta el momento actual.

Pero antes, este mierense de sonrisa franca y despliegue de alegría, ejerció las tareas, durante algunos años, de secretario ejecutivo del Caudal Deportivo, bajo las órdenes presidenciales del también recordado Gustavo Losa Martínez. Una vez más se puso de manifiesto la abundancia de disposición y el buen hacer del protagonista de este reportaje que, dicho sea de paso, ejercía casi casi, sin ánimo de rebaja, las tareas que, en el club, iban desde pinche de recados hasta gerente. Otra cosa era que los emolumentos jugasen partida igualitaria, pero no estaban las arcas del equipo para tales menesteres.

Compensado pues, un posible desfase en estos asuntos crematísticos con la obtención de la plaza de responsable administrativo de "Valle del Caudal", Míchel dejaba entrever inclinaciones culturales y colectivas encaminadas a la cooperación con la comunidad local. De sus manos salía puntualmente la revista "Mayor de Edad" publicada por la residencia. Y nacía, para algunos como por encanto, su facilidad de expresión para actuar, cara al público, en actos de relieve, sobre todos relacionados con el folclore astur. Sus principios estuvieron ligados a la Televisión de las Cuencas con el programa de "Tertulia de Barrio", donde sustituyó a Ricardo Gancedo Rodríguez, tristemente fallecido. En Radio Parpayuela, otra de las conquistas logradas en su día por iniciativa de un grupo de entusiastas y hoy desaparecida ante la falta de apoyos institucionales, Alberto Cienfuegos comandó un programa de tertulia denominado "La Calle", varios informativos, el espacio "Cada loco con su tema" y hasta la radionovela "El duende sobre el río guay".

Y surgió un nuevo opositor a toda responsabilidad que tomó, ya casi desde un principio, como consecuencia de que los promotores fueron en su búsqueda al tener conocimiento de sus posibilidades, los hilos conductores de la principal manifestación y aportación de Mieres, al concierto de promoción de los valores asturianos, con la puesta en escena del Concurso "Cuenca del Caudal", cuyo nacimiento vio la luz en Rioturbio de la mano de Facundo Fernández. Pero, claro está, que en este tipo de espectáculos faltaba el complemento. Y este lo puso otra voz de la casa, desde el valle de Turón, a través de la sabiduría, prestancia, elegancia, belleza y no sé cuantas cosas más, de Sonia Fidalgo, maestra ya experimentada, que llevó de la mano a Míchel hasta los programas asturianistas de la RTPA, primero con "Cuenca del Caudal" y luego con otro espacio de arranque que responde al título con gancho de "Sones". Con ella, una gran profesional y a golpe de grandes ecos de popularidad, han conseguido una buena complicidad y mucha capacidad de improvisación. Hoy día, Alberto se siente satisfecho con declararse miembro, como presentador, de AICA (Asociación de Intérpretes de la Canción Asturiana).

Pero el abanico de Míchel a la hora de aportar su gran grano de arena a las citas mierenses le llevó por varios escenarios, como los periódicos festivales de la Cruz Roja, el Memorial "Silvino Argüelles", gran colaborador de las actividades extras de la Escuela de Música de Mieres, con Reyes Duarte al frente, y muy recientemente "Los Martirinos" de Insierto, con motivo de la gran romería de San Cosme y San Damián.

De todas formas, las aficiones y afinidades de Míchel a lo largo de su vida fueron rondando facetas, como la creatividad en la canción, con ciento cincuenta obras musicales escritas o la creación del grupo d folk "Camino Abierto", inspirado en el famoso conjunto español "Agua Viva". Como coleccionista posee más de mil trescientas fotografías de personajes del entorno que él tiene encuadrados en los álbumes a modo de página web, bajo el título de "Gente de Mieres".

Existe en la vida de nuestro personaje una anécdota puntual cargada de simbolismo. Y es que en esta casa y en su día, nació otro Alberto Cienfuegos, hoy domiciliado en Gijón, también dedicado a las colaboraciones periodísticas en la villa playera e hijo del recordado Cándido Cienfuegos, inspirador y promotor de la expansión lingüística del Esperanto , la fórmula universal, en esta tierra.

Se da la circunstancia de que, en cierta ocasión coincidieron a través de un conocido de ambos quién, con una buena dosis de picardía, los presentó con la simple frase de "aquí un amigo y aquí otro amigo". Lógicamente faltaba algo. Y uno de los protagonistas dijo, "Soy Alberto Cienfuegos". Y el otro respondió: "Y yo soy otro Alberto Cienfuegos" se dieron la mano y como buenos amigos se quedaron tan panchos.

Míchel sigue con toda disposición su afán por estar presente, con sus colaboraciones, en el quehacer puntual de "su Mieres del alma", tal como se confiesa. Al igual que hace al mostrarse partidario de la cooficialidad de la llingua, aunque él, en sus actuaciones, se exprese tal como hace en su constante caminar por la vida.

Compartir el artículo

stats