El Padre Ángel fue profeta en su pueblo natal de La Rebollá, es hijo predilecto de su concejo de Mieres y será candidato al premio Nobel de la Paz, para el que ya cuenta con más de 105.000 firmas de apoyo. El Padre Ángel lleva el cristianismo a la calle, sirve a los necesitados y trabaja por darles un futuro a los desfavorecidos, tal como mandan las enseñanzas de Jesús. Por algo tan normal, pero inusual, es reconocido. Alguna vez se le ha reprochado su cercanía con los pudientes y él replicó que de esta forma les sacaba dinero para los pobres. El pasado sábado, en La Rebollá, estaban todos los que quisieron estar. Entre las ausencias destacó la de la curia de la Iglesia asturiana. Nadie de la nomenclatura eclesiástica. Ni el Arzobispo, ni su auxiliar, ni un humilde representante, más dados a reinterpretar a Jesús en despachos y fastos que a seguirlo por las calles, las mismas que llevan al Padre Ángel a ser candidato al Nobel, aunque a él poco le importe.
