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Desde la Meseta

Concursos

La influencia de los exámenes orales en la facilidad de palabra y rápida respuesta

Atraen a mucha gente. Preferentemente joven. Pero ausentes de cultura general. Son capaces de contestar una pregunta de trigonometría y quedarse en blanco ante una respuesta de dos más dos, por ejemplo.

Por eso en casa, sentados en nuestra butaca, respondemos a casi todas las preguntas que hacen a los concursantes, pero ante una cámara o micrófono y hecha la pregunta por un presentador, los puñeteros nervios deja al concursante en blanco y falla como Felipón.

Pienso que gran parte de esta situación es debido a la falta de costumbre que nos ocurre desde pequeños y desde hace muchos años. ¿Por qué? Porque han desaparecido los exámenes orales y todo va por escrito. Para el profesor es más cómodo a la hora de corregir, pero más adelante la facilidad de palabra en nuestra edad madura se nos hace cuesta arriba.

Tuve profesores que utilizaban ambos métodos en sus clases. Alguno explicaba y a continuación preguntaba esquemáticamente lo que había explicado, con lo cual nos obligaba a prestar la atención debida que después desarrollábamos ante el texto en casa, en la salón de estudios o en la biblioteca. Eso originaba que muchos de mis compañeros desarrollásemos gran facilidad de palabra más adelante.

Pues eso se nota hoy en los concursos, en los que unos saben hablar y responder correctamente. Buena suerte para los premiados y los que pierden solo lo achacarán a su falta de preparación de cuando eran pequeños y sus profesores no ponían remedio a su futura preparación el día de mañana. Vamos, digo yo.

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