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Francisco Palacios

Tres siglos de honores franceses

Los logros de Pedro Duro, Jesús Fernández Duro y José Luis Iglesias Prada

El Langreo contemporáneo tiene una historia colmada de "cronologías calientes", de acontecimientos sucesivos y apasionantes. Desde hace más de dos siglos, la revolución industrial supuso para el municipio un radical cambio de idealidad en todos los órdenes. A partir de entonces, las fuerzas más dinámicas en cada momento histórico fueron absorbiendo progresivamente su carácter local y rural. A la vez que iban ganando terreno las corrientes más universales de los nuevos pueblos industriales.

Así, en la Exposición Universal de Londres de 1862, Duro y Compañía (después Duro Felguera) muestra diferentes productos de su industria en la capital inglesa. Lo mismo que otras sociedades mineras. Era la primera vez que empresas langreanas acudían a un certamen de rango mundial. Acaso con una visión idealizada, Víctor Hugo escribió que esas ferias decimonónicas medían la marcha victoriosa de la civilización industrial. También eran tiempos difíciles y conflictivos. Tras la Exposición Universal de París de 1878, Pedro Duro (1810-1886) fue condecorado con la Legión de Honor al mérito civil, "por la excelente calidad de los productos industriales exhibidos en todas las exposiciones francesas". Jesús Fernández Duro (1878-1906), nieto de Pedro Duro nacido en La Felguera, destacó por sus singulares proyectos en el mundo del automóvil y de la aeronáutica. Por ejemplo, en 1902 realizó un asombroso viaje de ida y vuelta entre Gijón y Moscú (unos 10.000 kilómetros). Un viaje considerado como la hazaña automovilística más larga y difícil conocida hasta entonces. Fundó después el Real Aéreo Club de España. Y fue premiado con la Copa de los Pirineos por ser el primero que atravesaba en solitario esa cordillera entre Pau (sur de Francia) y Granada. Un año antes, en 1905, recibió la Legión de Honor.

Otro langreano, Juan Luis Iglesias Prada (1941-2011), catedrático de Derecho Mercantil, además de otros cargos políticos y administrativos, fue secretario general de la Fundación "Príncipe de Asturias" y socio del prestigioso bufete de abogados Uría-Menéndez. Entre sus premios y condecoraciones sobresale asimismo la Legión de Honor, galardón que le fue concedido en 2007 a propuesta del presidente de la República francesa, Jacques Chirac, "por su contribución al hermanamiento entre ambas naciones". El embajador francés en España definió a Iglesias Prada como "un auténtico discípulo de Montesquieu". Instaurada por Napoleón Bonaparte en 1802, la Orden Nacional de la Legión de Honor es la máxima distinción de Francia, destinada a premiar méritos excepcionales de carácter militar o civil. A franceses o extranjeros, cualquiera que sea su origen social. Pues bien, como hemos señalado, dos langreanos y un riojano que desarrolló una intensa actividad industrial en el concejo durante treinta años (y por ello fue premiado) han sido laureados con la Legión de Honor en tres siglos distintos. A escala municipal, en memoria de Pedro Duro y de Jesús Fernández Duro, abuelo y nieto, se han levantado, cercanos y de factura estética desigual, sendos monumentos en La Felguera. Y un colegio de Sama lleva el nombre de Juan Luis Iglesias Prada.

En definitiva, quizá haya pocos municipios españoles de la entidad de Langreo en los que tres ciudadanos ostenten una dignidad tan prestigiosa y universal como la francesa Legión de Honor.

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