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A mi aire

Voracidad recaudatoria

Aunque lo cierto es que ya nada nos coge de susto en cuanto al achicharramiento a impuestos de todo tipo, y a la espera de lo que se nos viene encima, a costa de los cinco mil millones que se deben recortar para cumplir las exigencias de la UE.

Pocas dudas existen de donde saldrán: de nosotros, con el encabronamiento incluido de acordarse de Bankia.

Los que estamos atrapados, y no somos beneficiarios, como la tropa subvencionada, cada día nos encontramos con nueva vuelta de tuerca, que nos lleva a entrar en profundo túnel sin salida.

Ya poco les queda que inventar para exprimirnos cual limones: Viñeta, sanciones, agua a precio de cava, basura, ¡cementerios! IVA, o IBI abusivo, como si fuera delito tener vivienda propia. Mientras, se hace hincapié en "lo social", plagado de "profesionales" con el todo incluido, y el resto a pagar.

La guinda a todo ello viene a cuenta del Impuesto de Sucesiones. Más de 90.000 firmas ya presentadas en contra de él, pero lo que la ciudadanía opine se la sopla, lo que interesa es recaudar a costa de lo que sea. El Gobierno regional resulta refractario a la supresión, o adecuación, que resultaría lógico, con agravios comparativos sangrantes, que está llevando a miles de asturianos a renunciar a la herencia de sus antepasados, fruto de larga vida de trabajo y sacrificio para reunir patrimonio familiar.

Cuando menos, a uno le hace gracia -poca- la tesis que apoyan algunos, que se supone sus opinión deberían ser justamente lo contrario, pero la cosa va de remedar a los antiguos faraones, por otra parte lógico, pues su estatus actual va en esa línea Porque a los pudientes les importa un comino, se van y se lo montan todo en Madrid, -como ejemplo- y a vivir como en el antiguo Egipto.

Y a uno le da por pensar que todos los que le hacen ascos a levantar el pie del acelerador fiscal, así como los que les ayudan, no están precisamente entre los ciudadanos que deben renunciar a la fuerza. ¿A que no?

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