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A contracorriente

El peregrino de los votos

La campaña que inicia Pedro Sánchez en el PSOE

Tras su descabalgamiento como secretario general del Partido Socialista Obrero Español y sin acta de diputado, Pedro Sánchez Castejón no ceja en su empeño de volver a su casa y ser cabeza visible de una veterana organización en momentos de zozobra y desaliento. Y para ello ha proyectado una campaña propagandística que no es otra que salir a la carretera en su vehículo particular y recorrer toda España con la intención de captar votos en las distintas agrupaciones socialistas de cada comunidad para llegar con garantías al próximo Congreso Federal... Compleja papeleta la de este político bisoño que en unos meses de actuación en la causa de la investidura para conformar gobierno, se comportó como un hombre de Estado desaliñado, elemento nocivo para sus siglas de partido y con ese absurdo "No es No" mantuvo en vilo a la sociedad española y a sus correligionarios con planteamientos alejados de toda realidad sensata y responsable.

Pedro Sánchez creo que ya cumplió con sus anhelos políticos y con su empecinamiento para formar un gobierno del cambio, siendo él su presidente, se agarró a los Podemitas con fruición y sentimiento para olvidarse de Mariano Rajoy... El grupo de Podemos lo utilizó de mala manera y se aprovechó de su inconsciencia con el resultado que todos conocemos. Ahora que el PSOE está fagocitado por los antisistema, el terco de Pedro Sánchez Castejón quiere , con la ilusión de los atrevidos, regresar a su corporación y lograr esos votos de las bases descontentas para alcanzar un cargo político que busca a toda costa. Ser su faro y su norte.

Su forma de ser, su actuación pública en los últimos meses, sus entrevistas y ese afán del vale todo, han supuesto un triste reflejo de su discurrir por el árido camino de la política directa, y los hechos resultan incontestables. Un partido derretido como un azucarillo en las aguas procelosas de la sinrazón, enfrentamientos tribales, ruptura de afectos políticos y golpes morales en unas bases y en una militancia desconcertada por la prepotencia de un individuo que se creyó un dios con poderes omnímodos para atar y desatar a sus anchas... Y en todo este embrollo político las mentes pensantes del aparato socialista no les quedó más remedio que actuar ante un cisma cargado de problemas, desavenencias, discordia y división. Y el cisma sigue entre las filas socialistas. En estos momentos de convulsión, falta de valores, poco nivel en la acción política y desánimo ciudadano, es bueno que el PSOE recapacite, un buen propósito de la enmienda, una catarsis interna como terapia e ir en busca de la refundación. Sus adversarios saben quienes son y van a por ellos en una danza política que no perdona. El Partido Socialista ha jugado al desconcierto en los últimos lustros en sus negociaciones para gobernar y sólo persigue tocar poder al precio que sea, y esa actitud egoísta al final se paga. La democracia española necesita de un partido de sus esencias de izquierda moderada para un equilibrio en el poder del Estado y evitar decisiones perversas y negativas en un país que busca salir del atolladero económico cuanto antes. Pedro Sánchez Castejón sigue por los caminos de España con su cantinela romántica envuelto en un peregrino de la noche... Quizá con el tiempo deberá romper con la imagen Roberto Verino y dejarse cómodamente la coleta.

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