Nos han estado preparando, enviando señales, lanzándonos insinuaciones al principio y noticias alarmantes después: la hucha de las pensiones se acaba. El 25% de las familias depende ahora de una pensión y en Asturias suman el 20% del PIB regional. Casi nada. Ahora nos amenazan con que no hay dinero para pagar la extra del próximo verano y es necesario reformar el sistema. Hasta hoy me lo tomaba un poco a la ligera. No hay narices para acabar con las pensiones, pensaba confiado, de una forma u otra lo arreglarán. Pero me lo estoy empezando a replantear. Y no por lo que dicen u ocultan los políticos, sino por la publicidad. Arrecian los anuncios de compañías de seguros y entidades financieras vendiendo planes de pensiones. Y con la campaña por el medio comienzo a pensar que el plan está bien urdido y se ejecuta minuciosamente. Las pensiones quedarán en manos privadas, si hay dinero para comprar una pensión, que ésa es otra historia...
