La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

A mi aire

Muchas gracias

Perdonen ustedes, que de un modo u otro, dedique esta opinión a uno mismo. Bueno, por lo menos doy un breve respiro a los "calentones" que casi todos cogemos a diario, cuando comprobamos en primera persona, lo que funciona pésimamente en nuestro entorno cercano. No digo ya nada si profundizamos a nivel regional, o nacional... sin comentarios

Sin más rodeos, uno se siente reconfortado cuando a diario personas desconocidas, te detienen, comentándote que alguna de tus opiniones las subscriben como propias al cien por cien, e incluso ahondan en ellas, animándote a seguir.

Uno se ha marcado una línea -ahí están las hemerotecas- en las que no me he casado con nadie, simplemente reflejando lo que a cualquiera de nosotros, los ciudadanos de a pie, nos preocupa, y sufrimos.

Puedo entender, también, que lo que yo bautizo como "la otra orilla", no les guste la mayoría de las cosas que uno extrapola en sus opiniones. Entra dentro de la lógica, pues cuando no derramas incienso... ya saben lo que sucede, De todos modos, también les agradezco que me lean, aunque sea con sentido crítico.

Vuelvo a pedirles perdón, por salirme un tanto de la línea habitual, por otro tema muy personal, como ha sido el fallecimiento de mi hermano Luis el pasado 20-N. Por las innumerables muestras de afecto que recibimos todos sus familiares, que en algunos momentos llegó a desbordarnos. No voy a hacer un panegírico de mi hermano Luis, pues era de sobra conocido por su carácter extrovertido, y bonhomía.

Ya descansa en paz, y por eso quiero dar muchas gracias a todos los que estor tristes momentos estuvieron a nuestro lado. También a la Residencia Geriátrica María Piedad, donde pasó los últimos meses de su vida, por el trato y cariño que recibió de todo su personal sin distingos, e incluso podría incluir a muchos de los residentes.

Termino como empecé: gracias de corazón. ¡Millones de gracias a tod@s!

Compartir el artículo

stats