Por fortuna aún existen restos de un Mieres pujante y de vez en cuando se unen ciertos acontecimientos de relieve para demostrar que no todo está perdido cuando existen vínculos positivos con el pasado que se resisten a dejarse llevar por las tendencias de la inanición.
Todo lo que ocurrió el pasado fin de semana tuvo su feliz comienzo, en la Casa de Cultura de Mieres, con el concierto coral que ofreció el Orfeón de la villa, con motivo de la celebración de Santa Cecilia. Pese a la ausencia del director Joaquín Sandúa, por obligado compromiso, la actuación de la coral, felizmente dirigida por Montserrat Mencía, antigua responsable musical del Coro "Santa Eulalia" de Ujo, el colectivo de casa ofreció una velada de buen hacer y mejor cantar, con obras, por supuesto conocidas, pero de las que nunca sobran. Le acompañó la Coral Asturiana de Gijón, dirigida por Ana María García que, haciendo juego, brindó también lo mejor de su repertorio para completar la velada que, dicho sea de paso, fue presentada y comentada con todo acierto por el presidente del Orfeón Eustaquio Alvarez.
Metidos en el sábado le correspondió a la Banda de Música de Mieres brindarle todos los honores a la misma Patrona, en idéntico escenario con la particularidad de que aquí entraron en escena otros adornos de especial relieve. El programa respondía a un título determinado, "en torno a Cervantes" por coincidir con el cuarto centenario de su fallecimiento. Y a fe de la correcta definición, que el inmortal escritor, estuvo presente en todo momento. De la mano de Antonio Cánovas, de principio se fue "por tierras de La Mancha" de López Varela, un pasodoble que puso ya alegría en el auditorio. Le siguió la suite española para Banda "En un lugar de La Mancha" con cuatro sonetos dedicados al propio Cervantes, Sancho Panza, Don Quijote y Dulcinea e incluso Rocinante, que es obra de Ferrer Ferrán. Esta interpretación hizo subir la temperatura de los asistentes que se vieron premiados con el musical "Man of La Mancha" y la fantasía sinfónica para narrador y banda, "El Quijote" de Mitch Leigh y Ferrer Ferrán respectivamente.
Y aquí es de obligado cumplimiento destacar la intervención del director de la Casa de Cultura, Ismael M. González Arias, que ofreció un poético relato de ciertos pasajes del Caballero de la Triste Figura, bien alimentados musicalmente por la Banda. En ambas veladas y por esta vez, el auditorio mierense registró una excelente concurrencia, rozando el lleno total. Ante ello solo queda cerrar esta crónica con el consabido "Larga vida al Orfeón y a la Banda de Música de Mieres, ambas agrupaciones centenarias y laureadas". ¿Qué más se puede pedir?.
La propuesta: Aún queda en el tintero otro acontecimiento digno de mención. El domingo, para cerrar el ciclo, La Unión de Comerciantes ofreció su especial "Feria Novias" que alegró a los asistentes con un estupendo desfile que sirvió de broche ideal para redondear un fin de semana de alto voltaje. Por la tanto, la propuesta de hoy, desde la Tertulia "Por el Camino", no puede ir en otra dirección que la de recordar a este pueblo, que tenemos un estupendo Orfeón, una fantástica Banda de Música y que la Unión de Comerciantes sigue funcionando. Ojo pues ¡al dato!.
La crítica: Habla quien a lo mejor tenía que estar callado, pero las circunstancias mandan. Se nota que en determinados días, sobre todo viernes y sábados, la circulación aumenta en el casco de Mieres, de forma ostensible, haciendo difícil el ya problemático movimiento trafiquil. Dicho con la boca pequeña, ¿No sería posible sacrificar un tanto el cuerpo e irse a tomar sidra a Requejo y otros lugares, así como vinos a J. Ibrán, La Vega o calle Aller, por citar algunos, dejando el vehículo en casa? Sin más comentarios.
