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Por el Camino

A vueltas con los autobuses municipales

La respuesta vecinal y municipal contra el "Montorazo" que quiere cerrar la Empresa Municipal de Transportes de Mieres

Pues ya ven ustedes. Resulta que a la hora de cortar por lo sano y rebajar deudas europeas, para el Gobierno central de esta nuestra España, cuenta el municipio de Mieres, en medio de ciertas medidas generalizadas que dicen aquello de que "empresa de corte público, al servicio de un ayuntamiento y sus gentes, que ofrezca puro déficit al final de un ejercicio anual, ha de cerrar sus puertas y santas pascuas". A la vista está que este territorio, tan denostado por los desmantelamientos y poco recurrido en cuanto a las medidas compensatorias no empleadas en su justa distribución con vistas a la creación de empleo, acaba de tener la "suerte" de aparecer entre los damnificados a tan genial media del Ministerio de Hacienda. Lo que e viene conociendo como el "Montorazo".

Uno no sabe si en los ficheros del citado departamento gubernativo figura, por poner un ejemplo, los fines por los cuales han sido creadas estas empresas. Por si acaso, dejamos aquí constancia de ello. Si los informes recabados no engañan, todo responde a un deseo lógico de prestar un servicio a la comunidad allá en los lugares donde aparece esa exigencia. Entonces es fácil entender que la posibilidad de un desfase económico al final de cada ejercicio -no será tal concluyente como para irnos todos a la ruina-, debe ser el resorte que mueva la balanza hacia derecha o izquierda. Lo natural y justo es que se incline por esa tan demandada obligación de cubrir las principales necesidades de un pueblo que, por esa lógica, se convierten en obligaciones de carácter público.

El asunto ya ha desatado los ecos de un disgusto general sobre todo entre los que se pudieran ver afectados por la medida. ¿Acaso es posible dejar sin medios de transporte público al valle de Turón, al de Cenera y otros pequeños lugares de nuestro mapa? El "quejío" mierense partió, de principio, del propio Consistorio y rápidamente se ha visto apoyado por la ciudadanía de una forma total y ecuánime. Ahora solo falta que en Madrid, los expertos y especialmente los políticos, se siente, analicen y lleguen a conclusiones sensatas para poner las cosas en su sitio. Si tienen que cortar fuerte para hacer frente a sus obligaciones con su estancia y deuda adquirida ante la Unión Europea, otros "desagües" de mayor envergadura existen en el suelo patrio para poder cortar por lo sano. Ya saben, ojo pues, ¡al dato!

La propuesta: Y de nuevo nos metemos en harina con el asunto de los aparcamientos urbanos, surgiendo, un interrogante: ¿Por qué aquellos mierenses con puesto en plaza (no con puesto en la plaza), quiero decir vecinos de siempre y poseedores de vehículo y cochera, no guardan su vehículo debidamente cada noche para evitar el continuo ahogo de terreno de aparcamientos en el cogollo de la ciudad? Dese usted una vuelta, a las once de la noche, de cualquier día de estos, por las principales calles del casco urbano y verá la panorámica que ofrecen.

La crítica: ¡Hombre, ya está bien! Eso de que unos cacos de medio pelo se dediquen a saquear las depauperadas arcas del Club de Fútbol Santa Marina, en su sede social de Ablaña, clama al cielo, teniendo en cuenta que es un equipo modesto y que se mantiene merced al trabajo desinteresado de sus promotores. ¿Por qué no se deciden a preparar una operación de alto voltaje contra los inmensos poderes de uno de los grandes clubes de este país o de otro europeo? Claro está. Allí pueden y deben encontrar la horma de su zapato.

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