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Desde la Meseta

Lotería y 2017

Si el Ayuntamiento de Langreo no se hubiese cargado a la Virgen de El Carbayu donde tantos años estuvo expuesta, quizá hubiesen jugado a la Lotería de Navidad y al menos les hubiese tocado el reintegro. Aunque el dicho dice "al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios", los que jugaron a la lotería de El Carbayu al menos se vieron "santificados" con el reintegro al acabar su número en tres y ahora podrán volver a jugar con la ilusión de que les toque en la lotería del Niño, pero no al Ayuntamiento cuya Patrona sigue siendo la Virgen de El Carbayu, aunque haya desaparecido del Consistorio por acuerdo de quienes lo gobiernan y del parte de la oposición.

Pero quien manda, manda, y a lo mejor algún día se arrepiente de haber tomado la iniciativa. Creo que en estas mismas líneas les conté cómo el mandamás del Partido Comunista en Roma tenía en su mesita de noche la imagen de la Virgen de Fátima, sin duda porque creía en ella y a lo mejor rezaba todas las noches por su partido.

Quizá actualizándose en el tiempo, alguno de los de ahora apoyaron la supresión de la Virgen de El Carbayu, tenga en el mejor sitio de su casa una virgen, aunque sea más pequeña y solo a él no le pase desapercibida. Es mi idea, a lo peor disparatada, pero así la dejo caer.

Mientras esperamos la suerte, concluyó 2016 y, por si fuera poco, en su último mes del año el día 13 cayó en martes, fecha agorera para aquellos que creen en agüeros o cosas supersticiosas. Ocurrió de todo en ese año y para muchos las desgracias no cayeron solas, sino acompañadas, como el desastre de aviación en el que falleció casi entero un equipo de fútbol, el Chapecoense.

Sin embargo, en otros medios de locomoción, abundan los siniestros, como por la no utilización de los cinturones de seguridad en los coches, así como el no llevar casco en los vehículos de dos ruedas, abuso de las bebidas alcohólicas o estupefacientes o medicamentos que merman la conducción.

Entró 2017 y hasta 2020 no nos toca otro años bisiesto, esperemos que en este trienio no se nos castigue con la dichosa mala suerte.

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