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Por el camino

Una pobre imagen de las campanadas de fin de año

El triste adiós a 2016 desde el Ayuntamiento de Mieres a través de la TPA

Se fue 2016 con viento fresco. ¡Perdón!, lo trajo. Nunca mejor dicho y con los mayores respetos dado, que con ese adiós llegaron estas magníficas heladas que nos tienen a palo y tiente tieso. Espero que a la vuelta de la esquina, es decir, cuando estas líneas vean la luz, el efecto del frío haya bajado de tono y nos amoldemos al ambiente tradicional de esta época, la de las rebajas de enero que, dicho sea de paso, se adelantaron en el tiempo y llevan camino de convertirse en perennes todo el ciclo anual.

El ambiente navideño que destacó, sobre todo por el estupendo alumbrado de estas fiestas y el adorno de unos cuantos eventos culturales y recreativos, tuvo su lado negativo en un hecho que se nos antoja, por excepcional, debería haber supuesto para Mieres un alarde de acontecimiento frente a la crisis, a saber, una imagen de primera línea ante el resto de los asturianos. Y es que la TPA, nuestra televisión autonómica, escogió esta plaza para desde el real reloj del Consistorio municipal lanzar al viento para toda la región el saludo del nuevo año a través de las doce campanadas y el gustirrinín de las uvas.

Así tenía que haber sido con todas las de la ley, aunque este menda, por cuestiones personales, no tuvo oportunidad ni de estar in situ ni participar a través de la pequeña pantalla. Por desgracia, según varios testimonios más que fiables, el aspecto que presentó el conjunto del sistema mecánico del reloj, inicialmente en los preliminares de unas pruebas y luego ante el hecho puntual de la efemérides, dejó mucho que desear con ciertos adornos que no respondían más que a un abandono en cuestión de limpieza y demás medidas preventivas, presentando una pobre imagen de nuestras previsiones y posibilidades que más que unas campanadas de fin de año semejaban otro tipo de toque sonoros cuya causas y finalidad no me atrevo a recordar y menos a nombrar. Triste fue pues el adiós a un año poco venturoso e igual tono de pesimismo para el entrante.

De todas formas, repito, no puede este detalle ensombrecer la otra cara de la moneda, porque dicho sea en tiempo y forma la labor desarrollada por la Asociación Cultural y Minera "Santa Bárbara", por lo visto bien apoyada desde el Ayuntamiento, ha sido impecable, con un final, el de la llegada de los Reyes Magos que será difícil poder superar e incluso igualar en el futuro. Ahí está el contrapeso o mejor la cara alegre de la escena navideña, fin de año y llegada de la alegría de la grey infantil con el advenimiento de los Magos de Oriente. Ahora a esperar el viento más o menos fresco de los tiempos venideros que, sin más, se presentan con la incertidumbre de acontecimientos, se supone, unos para bien, otros para menos bien. Y así queda uno a la espera.

La propuesta: Si todo tiene una explicación y existe sentido común no es de recibo que, en el entorno de La Mayacina, donde se ubican algunos juegos de depósitos de material de desecho selectivo, se coloquen al lado bolsas de basura casera común que corresponden, como es lógico, al contenedor general de recogida diaria. Y la propuesta viene con recomendación a la ciudadanía. Alguien dijo y este menda lo ha usado en más de una ocasión, que "una ciudad no aparece más limpia y bonita porque se limpie, sino porque no se ensucie". Y en este caso no se "decore" negativamente.

La crítica: Hombre? hasta aquí podíamos llegar, eso de que, bien observado durante las recientes fiestas, algunos lugares del casco urbano -en este caso los Jardines del Liceo- sirvan para la evacuación y del desagüe de excrementos humanos, parece ser que procedentes de transeúntes de los llamados "sin techo", no parece remedio lógico, sobre todo cuando inundan el ambiente de ciertos perfumes poco deseados. ¿Para cuándo se dispondrá de una especie de albergue municipal con destino a quienes se ven obligados a buscase cobijo nocturno casi al aire libre, o como mucho en zonas de privacidad? Ojo pues, ¡al dato!

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