La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Desde la Meseta

Promesas de Año Nuevo

Cuando un año finaliza y otro comienza, casi siempre prometemos cumplir una nueva promesa.

Unos dicen que van a ser buenos o mejores, otros que van adelgazar, algunos prometen andar no sé cuántos kilómetros al día para mantenerse en forma, otros que van a gastar menos dinero en tonterías, los hay que se van a acordar más de las necesidades de quienes lo necesitan. También prometen comprar algún libro de lectura para ilustrarse más. Y así un montón de gente que incluso anota en una libreta todas esas promesas que afirman cumplirán.

Y pasan lo días, pero como cuesta llevar a cabo alguna de esas promesas, dejan para otro día el comenzar a desarrollar lo prometido. Y después lo dejan para comenzar en febrero y se van olvidando, día tras día, mes tras meses, y de lo prometido "nanay de la China" y todo ello queda para el año que viene.

Hay promesas muy duras de cumplir. Entre ellas está la adelgazar y comer con raciocinio. Al igual que el comprometerse a andar cinco kilómetros al día, porque siempre diremos que nos duele una rodilla o la planta de los pies. Bueno, pues en vez de andar esos cinco prometidos kilómetros, podremos andar solo dos y notar menos esfuerzo o cansancio. Pero no. Y eso de ponernos en manos de un especialista quizá nos da pereza, porque el si nos impondrá medidas más severas que a lo peor quedan fuera de nuestra libreta de promesas a cumplir.

No se arruguen ni se comprometan con promesas que no puedan cumplir.

Compartir el artículo

stats