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Dando la lata

Lo siguiente

Pero qué tontunas nos dan tan a menudo. Y la última -bueno, para cuando se publique esto ya será la penúltima- es la moda de "lo siguiente". ¿Está bueno? No, lo siguiente. ¿Hace frío? No, lo siguiente. ¿Hay gente? No, lo siguiente. Lo pasamos bien, no, lo siguiente. A algún abollado mental se le ocurrió la genial idea de sustituir los superlativos y los adverbios de cantidad de toda la vida por "lo siguiente" y ahora millones de memos lo repiten como loritos. Y encima hasta lo dicen en los anuncios de televisión. Para qué queremos más. Pero, ¿cómo que lo siguiente? Con lo fácil que es responder al estilo clásico, mucho, poco, lejísimos, altísimo, gordísima. Porque el que es muy, pero que muy tonto, no es lo siguiente; es tontísimo. Y el que a pesar de haber ido a la escuela no es capaz de construir una frase que tenga sentido y sin faltas de ortografía no es lo siguiente a burro. Es burrísimo. El día 3, iluso de mí, entré en el banco y la fila de clientes llegaba hasta la puerta -maravillas de la modernización bancaria que estamos pagando entre todos- y exclamé, ¡vaya cola! Bueno, pues alguien dentro, engullido por la muchedumbre respondió: "Cola, no. Lo siguiente". ¡Será posible! Y a la salida me encontré con un conocido que me dijo que estuvo malo de gripe. Bueno, exactamente malo no; lo siguiente. Lástima de lluvia, porque era como para arrancarme a paraguazos. Lo oyes en el anuncio de Mediamarkt y, hala, a propagar la chorrada. Y con grave riesgo de acabar con otra incorrección muy nuestra, pero con más gracia: adosar un sufijo de grado superlativo, no a un adjetivo, sino a un nombre. "Hace añísimos que no te veo", "una fabadísima de campeonato". No está bien dicho pero queda chulo y tiene un origen propio. A ver, qué será mejor, decir "añísimos" o "años, no. Lo siguiente". Vamos hombre, ni punto de comparación. En fin, que no se dejen arrastrar por modas pasajeras, que bastante tenemos ya con manejar nuestro idioma con un mínimo de dignidad, porque se ve y se oye cada disparate que vaya por Dios. Que se note que algo nos enseñaron en la escuela.

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