La puesta en marcha de la factoría de La Pereda supuso un hito muy importante para Mieres. Era 1992, aquel año que este país recordará por los Juegos Olímpicos de Barcelona pero que en estas tierras tenemos grabado en nuestras retinas por la tensión y la movilización en defensa del futuro de la industria minera y contra los planes de reconversión que pretendía ejecutar el Gobierno. En aquellos meses de luchas y protestas, de informaciones en blanco y negro, tuvo lugar un acontecimiento positivo que pretendía reforzar la actividad industrial en nuestro concejo con la puesta en marcha de una planta de la multinacional alemana.
Ha pasado ya un cuarto de siglo y hoy ThyssenKrupp Norte celebra sus bodas de plata en Mieres. Es, sin duda, un hecho que nos llena de orgullo. El sello de Mieres está en medio mundo gracias a esta factoría que acaba de recibir, hace unos meses, el mayor contrato de pasarelas de aviones de toda la corporación, una magnífica noticia que supuso otro punto de inflexión muy importante en la historia de esta planta, poniendo punto final a un capítulo reciente en el que el futuro de la factoría estuvo en entredicho. Recuerdo aquellas semanas de preocupación y tensión; pero la altura de miras, el compromiso y la implicación de los trabajadores y trabajadoras, sus sindicatos, las administraciones y la propia opinión pública lograron que se impusiera el sentido común hasta el punto que en apenas unos meses, se produjo un giro de 180º: de temer por el futuro a recibir el mayor encargo de la historia.
Es evidente que el sector industrial es estratégico para el desarrollo de cualquier territorio, y mucho más si basa su actividad en la innovación y el desarrollo tecnológico. Por eso debemos estar muy satisfechos de los 25 años de historia de ThyssenKrupp Norte en nuestro municipio, de la implicación y compromiso de sus trabajadores y trabajadoras, de los técnicos y los responsables de gestión. Gracias a su profesionalidad y esfuerzo todo esto ha sido posible y por eso se merecen el reconocimiento y agradecimiento público.
Es evidente que la historia de Mieres está marcada por el desarrollo de la industria, un pasado que ha garantizado que la cultura del esfuerzo y el compromiso con el trabajo bien hecho pasara de una generación a otra. La calidad y la formación de la mano de obra es una de las señas de identidad de las Comarcas Mineras hasta el punto que cualquier inversor sabe que aquí encontrará profesionales no sólo altamente cualificados sino con la cultura industrial necesaria para sacar a delante cualquier proyecto por complejo que sea. Thyssen lo vio en su momento y el tiempo nos da la razón.
Hoy en Mieres se fabrican novedosas soluciones en transporte de pasajeros que se instalan en medio planeta, contribuyendo decididamente a que ThyssenKrupp sea líder en su sector y referente de innovación en soluciones de movilidad energéticamente eficientes, pero también demostrando que las Comarcas Mineras son un territorio con un importante pasado pero que también podemos (y debemos) desempeñar un importante papel en el futuro. Tenemos por delante el reto de diversificar nuestra actividad económica, apostar por la innovación y la tecnología, por los productos de calidad y alto valor añadido, combinar las oportunidades que ofrece nuestro territorio y aprovechar las ventajas que supone nuestro pasado y cultura industrial. Si lo conseguimos, experiencias como la de Thyssen dejarán de ser la excepción y pasarán a ser la norma.
