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Mario Antuña

Siete leguas

Mario Antuña

Fucomi, víctima del paro

Habrá que realizar una exhaustiva formación, talleres prácticos y estudios semánticos para comprender por qué a Fucomi sólo le han concedido uno de los veintidós cursos que había solicitado. Eso si alguien desde el Gobierno asturiano se digna a explicarlo. Está bien que fundaciones como las de la Construcción y del Metal se vean beneficiadas, pero no la marginalidad a la que se somete a la de las comarcas mineras y su territorio. Sobre todo si una de las razones que se esgrime es la de la "empleabilidad": como en las Cuencas hay poco empleo y solo menos de la mitad de los alumnos de Fucomi encuentra trabajo, ¿para qué quieren formación con cursos o tallares? Es decir, como las Cuencas son la comarca de Asturias con mayor tasa de paro y desempleo juvenil, y la actividad laboral genera escasos puestos de trabajo, se recortan los cursos de formación. Para qué los queremos si no hay dónde trabajar. ¿No debería ser al revés? Si se suma la escasa inversión del Principado, el resultado es la marginación entre los marginados.

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