La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Fernando Delgado

El valle de Arán asturiano

El gran potencial de los concejos de Morcín y Riosa y su aprovechamiento

Si Riosa y Morcín estuvieran en Cataluña serían nuestro valle de Arán asturiano situado al lado de la capital del Principado. Pero ni somos catalanes ni queremos la independencia, solamente deseamos potenciar nuestro patrimonio paisajístico, cultural, histórico y minero, pero para eso debemos ser nosotros mismos los primeros en creer en ello y darle valor para solicitar luego apoyo a las instituciones para los proyectos que se vayan consolidando.

El cierre del pozo Montsacro de Hunosa en diciembre de 2014 ha puesto fin a 158 años de historia vinculada a la industria extractiva del carbón en ambos concejos, cuya actividad se inició en 1846 por parte del Estado en las minas de Porció -ubicadas en el actual kilómetro 4 de la subida ciclista al Angliru- para abastecer de hulla grasa a la Fábrica de Cañones de Trubia.

La minería ha sido la principal fuente de vida y de muerte de los habitantes de esta comarca que fue tierra de promisión y de acogida para centenares de humildes y esforzados trabajadores que llegaron procedentes de otras provincias en los años cincuenta y sesenta del pasado siglo para fijar aquí sus hogares y de sus familias. Ahora, la economía de la comarca languidece ante la falta de alternativas que fijen empleo y creen riqueza.

Por su privilegiada ubicación geográfica, las explotaciones carboníferas de Riosa y Morcín son la puerta trasera de Oviedo, ciudad con mayor capacidad hotelera de nuestra región y que batió récord de turistas el año pasado. La necesidad agudiza el ingenio y el futuro de esta olvidada comarca a la sombra del Aramo, con su riqueza paisajística del Angliru, el Monsacro, las minas prehistóricas de Texeo, las más antiguas de España, y la abundante arqueología industrial vinculada a la minería del carbón, debe pasar por poner en valor su rico y olvidado patrimonio histórico.

Las principales inversiones de la reconversión minera han ido a parar en su mayor parte a la cuenca del Nalón aportando valor como atractivo turístico: Museo de la Minería, Ecomuseo Minero del valle de Samuño o el Memorial Minero del Pozo Sotón. Sin duda, excelentes iniciativas que no han llegado a la olvidada comarca del Aramo, enclave privilegiado por su cercanía con la capital del Principado.

La sociedad civil de Riosa y Morcín ha comenzado a mentalizarse que si no llegaron las ayudas deben buscarse la vida por sí mismos. Poner en valor al Angliru, al Monsacro, a las milenarias minas de Texeo y a su histórico patrimonio carbonífero es el nuevo reto que persiguen los colectivos y asociaciones de ambos concejos acompañados por los ayuntamientos de Riosa y Morcín. Cuando se aúnan esfuerzos con ilusión y trabajo en común las posibilidades de éxito se incrementan y nuestros antepasados no se merecen que se olvide el ímprobo esfuerzo que han tenido que realizar en tiempos pretéritos para sacar adelante a sus familias en unas duras condiciones laborales primero en las explotaciones de montaña de Minas y Hulleras de Riosa y finalmente en el pozo Montsacro que profundizó Ensidesa y luego explotó y cerró finalmente Hunosa.

Esta comarca del Aramo necesita y requiere una mayor atención para gestionar el cambio y adaptarse a la nueva realidad pero para ello debemos ser nosotros mismos los primeros en darle valor a aquello que antes apenas prestábamos interés. El Aramo, el Angliru, Texeo, Viapará, el Cordal, el Monsacro, los Alfilorios, el torreón de Peñerudes, la Mostayal y el rico y desconocido patrimonio histórico minero del antiguo coto de carbón, son recursos suficientes para potenciar nuestro valle de Arán asturiano, es decir, nuestra comarca del Aramo. Pero eso solamente depende nosotros. Tenemos excelentes ingredientes para preparar un gran menú que pueda ser degustado por la mayoría de asturianos y por muchos visitantes de fuera de nuestra región, pero debemos cocinarlo nosotros. Con unión e ilusión seguro que lo conseguiremos. Como decía un sabio vecino "los palos ya están puestos pero tenemos que enganchar la luz". Esa luz tan necesaria para iluminar el oscuro futuro de las Cuencas.

Compartir el artículo

stats