Los medios de comunicación no hacen más que resaltar y poner imagines de padres insultándose o dándose morradas con motivo de alguna mala jugada o desacuerdo con el árbitro e, incluso, entrenador de cualquiera de los equipos.
Dicen, los que saben, que es falta de educación, ausencia de normativas o malos ejemplos de los mayores dedicados a la práctica, digamos, antideportiva. No lo sé. Pero lo que sí sé es que aumenta la agresividad, incluso, entre la gente pequeña.
Se dice que suelen ser los padres los que inculcan a sus hijos la agresividad, cuando se oye un grito del adulto desde la grada: "¡Rómpele una pierna al 10!". Y otras barbaridades del mismo estilo.
Así que, si un padre anima al hijo, el entusiasmo del chico se acrecienta y en vez de jugar va a por la pierna del 10.
Pienso que hay padres que desean que su hijo los saque de pobres y de ahí su baja educación y menos deportividad. Terrible ejemplo estamos viendo y sufriendo.
