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Dando la lata

Todo es mentira

Ahora un historiador -que, obviamente, no es asturiano- dice que la batalla de Covadonga es una invención, una leyenda. No hubo tal batalla. Ni Pelayo se encomendó a ninguna Virgen. Ni los moros salieron por patas. Según este individuo, nada de nada. Y me temo que, como esté en lo cierto, va a acabar resultando que todo lo de esta tierra es mentira. Y el héroe de Covadonga quedará irremisiblemente unido al Petromocho, a Legendarium, al "para cerrar un solo pozo tendrán que pasar por encima de mi cadáver", a Air Asturias -¿se acuerdan de aquella gloriosa y efímera aventura aeronáutica pagada con nuestro dinero?-, al fin del peaje de la autopista del Huerna, al museo de los quesos de Morcín, al centro Stephen Hawking de Langreo, al metrotrén de Gijón y la optimista expansión de El Musel y a tantas cosas que un día parecieron ciertas cuando, en realidad, no eran más que ensoñaciones y cuentos chinos, a los que, a este paso, habremos de añadir el AVE.

Con lo a gusto que estábamos con la hazaña de Pelayo corriendo a mandobles a los moros monte abajo y vienen ahora a tocarnos los innombrables. ¿Qué ye, que el moro cansó de tanta nube, tanta humedad y tanto camino cuesto y lleno de curvas? Porque si hemos de reconsiderar que "Asturias es España y el resto tierra conquistada" lo tenemos chungo. Acaban con nuestro "grandonismo". ¿Qué será lo siguiente? ¿Será falso que gracias al carbón y al metal asturianos sobrevivieron todos del hambre, que eran los del puerto de Pajares para allá? ¿O acaso, en estos tiempos dominados por la idiotez de lo políticamente correcto, la chispa de lo que acabaría siendo la Reconquista no está bien vista, por aquello de la victoria cristiana sobre los musulmanes? Porque, si resulta que hay que devolver al Islam la Mezquita Catedral de Córdoba y evitar cualquier celebración relacionada con el fin de la invasión árabe, igual es que, para adaptarnos convenientemente a los tiempos que corren, deberíamos facilitar la desaparición de un episodio histórico que para algunos podría ser considerado un motivo de vergüenza. Pues yo me niego. Tras lo de Villa, no podría soportar la caída de otro puntal.

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