Habrá que utilizar la escoba de Harry Potter, encontrada por el langreano Agustín Ballesteros en La Felguera y que la ironía convirtió en un "tuit" viral, para huir de este lodazal de corrupción en el que se ha convertido este país nuestro. Tras atracar la caja de todos nosotros, pues lo que se llevan son los dineros públicos, nadie sabe nada de nada, ni recuerda nada, ni siquiera si conocen a los corruptos asaltadores que ellos mismos colocaron. Es el mundo mágico de Harry Potter, donde las cosas suceden de forma espontánea y desaparecen de la memoria con un simple hechizo. Será necesaria alguna pócima para que tanto desmemoriado tenga un instante de lucidez en el que pueda discernir si es tonto o cómplice por silencio u omisión. Y creo que todos a los que me refiero y ustedes sí tendrán frescos en la memoria no son precisamente tontos, por lo que habrá que señalarlos con la varita del mago.
