Está pasando Mieres por un impás prolongado e inquietante, al que no se le vislumbra el final. Sobre todo como salida profesional para la juventud. Cierto que existe una opción universitaria con nivel medio y también superior. Pero, en la mayoría de los casos, se trata de titulaciones relacionadas con la minería y como consecuencia, dada la "fuga" de esta histórica alternativa comarcal, no queda, en casi todos los casos, más posibilidad que coger el macuto y buscarse la vida por otros lares.
Lo vienen diciendo los medios de comunicación y parece ser que resulta un hecho tangible. La Formación Profesional es una vía con apertura hacia la elección de empleo. ¿Qué ofrece esta plaza en ese sentido? Amén de lo que puedan presentar algunos de los institutos de enseñanza media, poco aparece en el mapa local. Y viene a cuento por dos cuestiones. La primera habla de que, en Langreo, por ejemplo, existe una escuela de hostelería, hoy día tan de moda y de actividad. La segunda que el recuerdo de aquellas escuelas de maestría y de aprendices de Fábrica de Mieres, con asignaturas de apertura hacia la consecución de un puesto de trabajo, recupera actualidad.
Cierto que en estos momentos se vuelve a plantear, ante los gobernantes, los empresarios y ante la propia sociedad, esta salida como respuesta al desempleo. Pero ocurre que Mieres no "suena" con aires favorables a una recuperación de esa actualizada y hoy hasta deseada Formación Profesional. Es, digámoslo de una forma fácil, "lo que el viento se llevó y no resulta muy viable que vuelva con visos de recuperación activa".
Y ahora, busquemos el punto negro que hoy toca. Precisamente, con cierta relación en el tiempo pasado. De Fábrica de Mieres corresponde hablar, pero solo como suelo industrial que intentó, en su día, responder, en parte, al desmantelamiento siderometalúrgico. ¿Lo consiguió? Corramos un tupido velo. Lo haremos con la pretensión, a modo de quejas, que nos llegan desde los altares de aquellas empresas que han tenido la valentía de instalarse allí y lo que es más meritorio, mantenerse en línea de actividad. Pues bien. Como es lógico, su movimiento diario provoca la producción de desperdicios que han de retirarse. Como se da la circunstancia de que el Ayuntamiento solo recoge ese material dos veces a la semana y hay actividades que no pueden tenerlo dentro de las instalaciones al estar prohibido, por ejemplo una panadería de cierta envergadura, de ahí vienen las quejas. Y si bien deseamos un panorama limpio con la contribución de los ciudadanos, no es menos cierto que la entidad municipal ha de apechugar con las responsabilidades que le corresponder. Por ejemplo, más días para la recogida. Y punto.
La propuesta: Nuevamente ha de referirse a nuestras actividades musicales. Este viernes, día 5 de mayo, nuestro Orfeón, esa elegante embajada que sigue y sigue funcionando contra viento y marea, viaja a la localidad leonesa de Bembibre, con el fin de actuar, a las ocho de la tarde, en el teatro Benevívere invitada por el coro local. A continuación, como es lógico, se les obsequiará con una cena, antes de retornar hacia Mieres. Por otro lado es reconfortante ver como surgen iniciativas de tono positivo que señalan la existencia aún de vida por estos lares, el Colectivu Prau Llerón, ha tenido la idea de promocionar el producto autóctono de la carne de ternera asturiana, poniendo como símbolo la "Xata San Xuan". A ello se han unido algunos establecimientos mierenses del ramu. Les deseamos éxito.
