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Mario Antuña

Siete leguas

Mario Antuña

Villa y Villar

Villa y Villar tienen algo más en común que las mismas letras en el nombre, salvo una "r". Los dos han llevado vidas profesionales parecidas. Uno lideró un sindicato durante más de treinta años, el otro el fútbol español durante casi el mismo tiempo. Ambos gobernaron con mano firme, miedo y prebendas, salvando a la búlgara asambleas y congresos. Y sobre ellos corrieron los rumores sobre corruptelas y chanchullos como galgos inalcanzables. Hasta que llegó la UCO y mando a parar. Aquí también coinciden. Incluso en la implicación de sus "hijos", uno putativo en el caso de Villa con Postigo, el que hablaba lenguaje minero de arranque; y el natural de Villar, Gorka, que se expresa con ese tono medio gangoso de los de clase bien que además se medio comen las palabras. Y, sobre todo, tienen en común hasta las acusaciones: apropiación indebida, trato de favores y administración desleal. Sólo los diferencia una "r".

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