Hay personas que hablan con sus perros y sus gatos y además nos cuentan lo que dicen. Yo quizás sea más raro, pues hablo con mi lápiz, que me dibuja personas, lugares y momentos.
Hoy mi fiel compañero me dibuja al que fue legendario futbolista langreano, Ricardo García Martínez "Cuca".
La trayectoria futbolística de Ricardo García Martínez "Cuca" discurre en el fútbol de élite de los años 1935 a 1947. Militando en los equipos: Racing de Santander, Deportivo de La Coruña y Real Sporting de Gijón.
Cuca acaba su carrera deportiva en el Racing de Sama y Círculo Popular de La Felguera.
Maite Calderón López, casada con Cuqui -hijo de Cuca-, me decía con cariño, que su suegro, en su etapa en el Deportivo de La Coruña, había inaugurado el Campo de Riazor, donde había dejado una huella imborrable, con su fútbol de rapidez, pundonor y técnica esmerada.
Son estos breves rasgos con líneas de grafito que hablan del deportista. Los lugares y los momentos se dibujan en su cafetería donde nacen los recuerdos entrañables.
La Cafetería de Cuca en Sama destaca en la plaza del Ayuntamiento, por su bello edificio compuesto por un bajo, dos plantas y buhardilla con tejado rematado con una hermosa cúpula.
La terraza era uno de los rincones más emblemáticos del Café, sus sillas de original forjado hacían juego con las mesas modernistas puro art-nouveau. El interior de exquisita decoración, creaba una cálida atmósfera, dando al conjunto de mesas un carácter muy intimista. La barra de forma cuadrangular dominaba todo el café. En todo este marco, Lolita y Cuca con su trato y sentido del humor, ponían la guinda a este magnífico "dulce".
La especialidad del café capuccino era inigualable. Lolita apostillaba que: "Nuestro café es 100 por 100 de Colombia y cuenta con una elaboración muy esmerada".
He tenido la suerte de disfrutar con mis amigos de Sama de este precioso y emblemático Café, y no me resisto a contar una de tantas anécdotas de tertulias inolvidables.
Eran fiestas de Santiago y componían nuestra reunión, mi querido e inolvidable amigo Susi, su mujer Marisa, Charo mi mujer, nuestros amigos de Madrid, notarios de San Clemente, José Enrique y José Mari con sus mujeres, Mavi y Mary Carmen.
La agudeza, la fina ironía, de mi querido amigo Susi, no se iba hacer esperar. Pedimos al camarero la consumición que empezaba siempre con un café. Una vez servidos, Susi reclama la atención de Lolita y le dice: -"Lolita, este café por muy "capuchino" que sea, no me lo puedo tomar". Lolita extrañada le pregunta -"Pero Susi, que le pasa al café? A lo que Susi le contesta: -"Al café nada, pero me lo han servido en una taza con el asa a la derecha y yo soy zurdo de nacimiento". Las carcajadas de Lolita contagiaron toda la terraza.
Mi querido y mejor amigo Susi era siempre el alma de todas nuestras reuniones que nunca olvidaré.
Las personas, los lugares y los momentos... tienen su espacio en el tiempo y seguiré hablando con mi lápiz igual que otros hablan con sus perros y sus gatos.
