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Pel camín

En busca de los auténticos valores del pueblo

El uso tradicional de los nombres y los lugares de Mieres

¿Se han dado cuenta de que también nosotros nos apuntamos a la aplicación práctica de los valores lingüísticos de nuestra Asturias? Fíjense, sino, para el epígrafe de nuestra croniquilla semanal que ya usa "Pel camín" abandonando términos que en su día prevalecieron, por mera obligación, en contra, claro está, de los que las gentes pegadas al buen uso de la fala de pueblos y aldeas cercanas en nuestro entorno vital, practicaron toda su vida. Desde luego que en cada rincón se encuentra uno con la novedad más simpática. Por ejemplo, así resulta escuchar, un domingo cualquiera, en uno de los bares de Cenera, valle de Cuna, a la hora del "vasín", por ejemplo, a un buen amigo, por cierto, con una voz de trueno, eso de "fueron tres dís", en lugar de "fueron tres días", o acercase por Ubriendes, en los altos de Ujo y encontrarse con aquello de "Oye, la vecina de abaxo tien un guaje muy guepu", en vez de "la vecina de abajo tiene un crío muy guapo".

En fin que, todo esto viene a ser anecdótico porque la gente de nuestro entorno va tomando formas y sobre todo aceptando, en los que cabe esperar, la paulatina aplicación d aquellos términos, sobre todo los que se usaron durante una larga sucesión de tiempo y se conservaron frescos en lugares de recogida expresión lingüística -entiéndase pequeños núcleos habitados donde la forma de expresarse era cuestión heredada, poco más o menos, de padres a hijos-. Y todo ello pese a la más que obligada imposición del "castellanismo" dictado y obligatorio en la educación escolar, por el anterior régimen político dictatorial.

Y aquí viene una de las muestras más que elocuentes de esta realidad. Por fortuna hace ya bastante tiempo que desaparecieron, de la toponimia mierense, cartelitos tan "simpáticos" como el que acompaña el comentario. Eso de encontrarse en la gran curvona camino de Seana (y conste que deberíamos decir Siana), con el letrerito de marras, indicando direcciones "A Pajío 3,5 y a la Faedosa 1 kilómetro", en vez de Paxío y La Faidosa debía sonar a chino. Y si algo parecido existe, todavía, en el mapa mierense, nuestro ruego es que se demande la rectificación al departamento oficial correspondiente.

Por supuesto que queda la segunda parte. Esa exigencia constante de la Academia de la Llingua solicitando la oficialidad tradicional de nuestra forma de hablar, escribir y expresarse en cualquiera de las formas previstas por el legado tradicional. Y aunque a ella nos sumamos, lo haremos al son que marquen los acontecimientos. De momento, la tertulia de Casa Tante, en Mieres, asume, en su pequeña crónica semanal, el epígrafe de "Pel Camín".

La crítica: Hombre, eso de que tomen, la zona verde de la parte trasera de Santa Marina, donde se encuentra el modesto pero significativo detalle escultórico al emigrante, como parcela de uso para perros sueltos "con sus caquitas y sus meaditas" libres de polvo y paja, no parece cuestión lógica. Un tanto cansados estamos con los asuntos de las mascotas domésticas pero, que conste, que nos caen pero que muy bien. Eso sí, respetando las normas vigentes en el uso y disfrute de los lugares señalados. Ojo pues, ¡al dato!

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