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Francisco Palacios

Líneas críticas

Francisco Palacios

Honor para el Alcázar

La concesión del premio de "Langreano de Honor" a la entidad deportiva de Sama en las fiestas de El Carbayu

En las dos décadas que siguieron a la Guerra Civil, la población de Langreo aumentó en más de veinte mil personas. Y a pesar de la opresiva situación política, fueron años de predominio del monarca-carbón y del acero. En lo económico, Asturias ocupaba entonces los primeros puestos de España por su pujanza industrial, en buena medida impulsada por la vigorosa actividad productiva de las Cuencas. Esa favorable coyuntura económica contribuyó sin duda al auge del fútbol regional.

Así, en los años cincuenta, había dos equipos asturianos en primera división: Sporting y Oviedo. Tres militaban en segunda: Avilés, Caudal de Mieres y Círculo Popular de La Felguera. Se fundaron nuevos clubs de fútbol, como el San Martín y el Llaranes, después Ensidesa. Y el Racing Club Langreano y el Unión de El Entrego disputaron liguillas de ascenso a la división de plata.

En ese contexto nace el Club Alcázar de Sama, que se constituye legalmente en el verano de 1954. El Alcázar no solo sobrevive a todos sus competidores más próximos, sino que ha cumplido una edad más que respetable para un equipo de su entidad. En su primera etapa, el club samense tuvo que afrontar una suerte de forzoso nomadismo. Al no disponer de campo propio, se vio obligado a jugar en distintos terrenos de juego de la Cuenca. Fue un período en el que tuvo que vencer muchos obstáculos y dificultades para seguir adelante.

En 1970 se asienta definitivamente en Los Llerones, consiguiendo así el arraigo y la estabilidad necesarios para convertirse en un equipo sólido, organizado y cada vez más competitivo. El campo de Los Llerones fue la plataforma que facilitaría la firme y exitosa evolución futbolística del Alcázar.

Y precisamente como reconocimiento a su meritoria labor deportiva y social, el Alcázar ha sido distinguido este año con el premio "Langreano de honor" que concede la Sociedad Festejos de El Carbayu y en cuyo jurado participan representantes de la corporación langreana.

Albert Camus, Nobel de Literatura en 1957, ha escrito que todo lo que sabía de la moralidad y de las obligaciones humanas lo había aprendido del fútbol, ese deporte "insoportablemente humano". En tal sentido, el Alcázar viene siendo una verdadera escuela de disciplina y civismo por la que han pasado cientos de futbolistas instruidos por una miríada de técnicos y apoyados por un número creciente de socios y colaboradores.

En el Alcázar recibieron su primera formación futbolistas que después jugaron en grandes clubs españoles. Actualmente cuenta con 15 equipos y unos 250 jugadores, cuyas edades oscilan entre los 5 y los 18 años.

El Alcázar de Sama, además de una genuina seña de identidad del fútbol langreano, es el club federado más antiguo de Asturias entre los de su rango. Y una referencia ineludible a nivel regional e incluso nacional. A propósito, para conocer la historia y avatares del primer medio siglo de vida del Alcázar resulta imprescindible la lectura del interesante libro de José González Castaño y Fernando Vega Pérez, publicado con motivo de la conmemoración de esa efeméride.

En definitiva, el galardón otorgado este año por la Sociedad de Festejos de El Carbayu supone un merecido reconocimiento, un digno honor para el ya histórico Alcázar de Sama, con más de sesenta años de fecunda actividad futbolística.

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