Me comentan, más como interrogación, el porqué de sitios un tanto emblemáticos en sus fiestas patronales, han derivado en pasotismo total, cuando no hace tanto eran referencia a todos los niveles, pese a contar con un núcleo de población pequeño.
La respuesta no pudo ser más fácil, pues la organización de los festejos es donde con demasiada frecuencia se dilucidan las rivalidades aldeanas, y no ya con los pueblos del entorno, que dentro de un orden se puede dilucidar quien resulta el más "grandón" con orquestas de renombre, voladores revienta cristales, gran barra preñá -en vez del bollu- y Rioja de etiqueta. Bienvenido sea, aunque luego la alegría en forma de deuda pasa a los que vienen detrás? si vienen. Lo desagradable llega cuando el pequeño pueblo, y esto no resulta nuevo, que pese al paso del tiempo no hay modo de que Tirios y Troyanos se pongan de acuerdo en lo que parece iría. Poco menos que si fueran Chiíes y Sunitas.
Por lo tanto, el resultado final no es otro, que a diferencia de otros sitios que la decadencia llega por la falta de compromiso de generaciones más jóvenes, todo va en función de quien se hace cargo de los festejos, girando todo en determinados grupos, que en vez de cooperar entre sí, se dedican a poner palos en las ruedas del otro, y todas las críticas negativas que ustedes se quieran imaginar, aunque todo haya salido a la perfección, con lo cual el beneficio común brilla por su ausencia, además de conllevar cansancio y desánimo, que termina en total abandono por parte de los unos y los otros.
Y no se crean ustedes que esto que aquí reflejo resulta algo anecdótico, pues es un mal generalizado y bastante extendido, por lo tanto se puede extrapolar a donde ustedes quieran, pero con el convencimiento de la existencia de muchos Villarribas y Villabajos, que además se resisten a compartir el Fairy, -o similar- para dejarlo todo limpio de una vez, ¿eh?
Pero lo malo es que poco arreglu se vislumbra, dado lo añejo y enconamiento de las partes.
