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El bazar de la historia

Los inicios de la fiesta de los Mártires

La popular romería fue declarada de interés turístico en 1967 tras una exitosa visita del delegado de Información y Turismo

En el pasado siglo, el calendario festivo del concejo se daba por cerrado el día 27 de septiembre con la fiesta de los Mártires de Valdecuna; después de finalizadas las fiestas que en honor de la Virgen de Covadonga se celebran en la barriada de Requejo, las fiestas del Cristo de la Misericordia del barrio de la Peña y, cómo no, las grandes fiestas del Cristo de Turón.

El 27 de septiembre de 1967 trajo a este umbroso valle al delegado de Información y Turismo Francisco Serrano Castilla, que como un peregrino más se sumó a los actos que allí se desarrollaron para visitar a los milagreros San Cosme y San Damián. En el viaje acompañaron al titular de Turismo un amplio equipo de Televisión Española que tomó diversas imágenes de la fiesta religiosa y de la fiesta profana, además de cuanto aconteció, con éxito mayúsculo, en los alrededores del templo de Insierto. Edificado en el siglo XVII, cuenta con reliquias que según la tradición fueron halladas milagrosamente por un campesino que araba la tierra.

El señor Serrano Castilla fue recibido por el alcalde pedáneo de Insierto, Elías Palacios, y por el párroco de Valdecuna Manuel Roces. Aquel día el delegado de Turismo quedó admirado de la fuerza espiritual que esta fecha del 27 de cada septiembre imprimía e imprime a las gentes de las Cuencas, y esto junto a más motivos hizo considerar al Delegado que la fiesta de los Mártires merecía su apoyo para que consiguiese el título de "Interés Turístico". Al parecer, el alcalde formuló la solicitud al titular de la cartera de Turismo, y el señor Serrano Castilla, comentó que apoyaría con todo entusiasmo la idea para hacerla realidad, pues era muy difícil que una romería lograse concentrar tantos millares de personas para rendir culto religioso. También el delegado de Información y Turismo firmó en el libro del santuario y visitó todas las dependencias.

Ya en la cripta, donde se guardan diferentes reliquias, le sorprendió la cantidad de testimonios de agradecimiento y fe que los asturianos mostraban hacia los santos, San Cosme y San Damián, tan venerados y respetados desde siempre por las gentes de estos contornos. La explicaciones que le dio el párroco reafirmaron en el delegado de Información y Turismo la idea de declarar bajo este epígrafe de "Interés Turístico" la fiesta de los Mártires de Valdecuna de Mieres. En aquella visita, todos los vecinos y sus representantes sabían lo que se jugaban, pues al lograr esta concesión, la fiesta ganaría en prestigio y en difusión nacional. De prosperar, figuraría en los programa del Ministerio de Información y Turismo que con tanto lujo y cantidad editada anualmente, logrando mayor repercusión mediática para las cuencas y para Asturias.

Dos años después, concretamente antes de los Mártires de 1969, la popularidad de esta fiesta creció algo mas pues a este santuario metido entre la fronda de castaños y robles había llegado Televisión Española, que con el cantante Víctor Manuel, además de la presentadora y poetisa, Marisa Medina, rodaron diversas escenas de "La arcadia feliz". Precisamente, el cantante mierense había popularizado su canción de "La Romería", que fue inspirada en esta fiesta de los Mártires de Valdecuna. Sobre esta canción, el diario Nueva Alcarria -de 21 de junio 1969- publicó una entrevista al cantante de Mieres, Víctor Manuel, donde se dijo este genuino intérprete de la canción-verdad hablaba de "El mendigo" con entusiasmo y fe: "Podréis decir que es buena o mala, a vosotros corresponde juzgar, lo que yo os puedo asegurar es que es mi canción más sincera y uno de mis sentimientos más puros volcado en una obra de tres minutos. Nació en un autobús y no fue un parto accidentado: estaba madura y surgió fácilmente. Va acompañada en mi último single de La Romería, que es una estampa asturiana de mi tierra, que venero. Es tema folklórico, lleno de nostalgia. Está basada en la romería de los Mártires de Valdecuna, que se celebra en el Valle de Cuna. Tengo mucha fe en ambas canciones, especialmente en El mendigo". Huelga decir que la canción "La Romería" es el himno de la fiesta del Valdecuna. Por fin en el año 1969, la romería de los Mártires de Valdecuna San Cosme y San Damián fue declarada de interés turístico. Este santuario, a lo largo de los años fue objeto de numerosas peregrinaciones y siendo una de estas la que se celebró en enero de 1924 y fue organizada por el sacerdote Valeriano Miranda, en acción de gracias por el feliz regreso los soldados que habían servido en el Regimiento Príncipe y que pasaron una penosa campaña en África. El viaje de estos mozos se realizó en un camión bien acomodado, cedido generosamente por Manuel Suárez. Después de la misa celebrada en el santuario, se reunieron los peregrinos en fraternal banquete, servido por la familia del mayordomo de los Mártires, Manuel Fernández, que era una persona que gozaba afecto y gratitud de cuantos acudían a visitar a los santos Cosme y Damián, pues para todos tenía una buena palabra y atención. Durante la comida abundaron las muestras de camaradería y compañerismo, como también abundaron los elogios para don Valeriano, a quien, solemnemente y por unanimidad, se le nombró "general en jefe" de la expedición. Estos mozos y acompañantes, después de dejar en el templo numerosas limosnas en señal de agradecimiento a los milagrosos santos, emprendieron el regreso a Mieres a las cinco y media de la tarde. Como saben todas las personas del concejo, dentro del santuario se veneran las imágenes de San Cosme y San Damián que a lo largo de su historia sufrieron muchos avatares desde su instalación, sobre todo durante la revolución y la Guerra Civil española, pero gracias a José Cosme Damián Fernández Lavandera (Pepín, el de Cuna) se salvaron de ser destruidas. Pero después de sesenta años, concretamente el 13 de agosto de 1996, en la oscuridad de la noche, entraron en el santuario y robaron los respetados santos, aunque aparecieron un día después abandonados, dentro de una tolva, en una cantera de Valmurián, dentro de un saco de plásticos. Todo el mundo en aquel momento se preguntaba el motivo del robo de estas imágenes de Insierto, que parece salieron de un taller de un tallista desconocido, que son de factura tosca y que su único valor, más importante que el material, es meramente simbólico y sentimental.

Este suceso preocupó a muchos mierenses y también fue una noticia de la que se ocupó la prensa regional e incluso de los programas informativos nacionales. Todavía no se sabe quién y por qué robó las imágenes. Otros devotos de estos dos santos son los médicos de la Cuenca, en concreto los de Mieres, pues organizan una fiesta anual que celebran en la fecha del lunes de Pascua. Todos los años los médicos, a los que se unen los farmacéuticos, enfermeras y demás personal, se acercan al pueblo de Valdecuna y en las primeras horas de la mañana celebran la Pascua. Tienen como escenario el acto religioso el santuario de los mártires de Valdecuna, San Cosme y San Damián, médicos en aquel tiempo de la era cristiana. Por eso es lógico que los médicos de Mieres escojan este marco que aquí tanta tradición tiene. La fiesta, tras la misa y la comunión pascual, deriva después a un acto fraternal entre los profesionales de la medicina, donde no faltan las conversaciones, los comentarios y todo cuanto acontece en la importante vida de los que se dedican a la cura de enfermos y a los que sienten resquebrajada su salud.

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