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La garabata

La historia de los caminos y carreteras de Mieres

El valle del Caudal ha sido durante siglos un estratégico eje de comunicación

Hay que remontarse a tiempos muy remotos para hablar de los caminos de Mieres. Nuestros mayores se acordaran de las denominaciones de las sendas que generación tras generación recorrían nuestros antepasados. Las vías de comunicación atravesaban la mayoría de los pueblos y caseríos y servían como eje vital para llegar a las aldeas y rincones más apartados. Hagamos un pequeño recorrido por estas vía de comunicación.

La calzada romana: Fue sin ninguna duda la más antigua e importante vía de comunicación que atravesó el valle de río Caudal. Esta calzada la fechan los historiadores en la época de César Augusto (justo cuando llego al mundo Jesucristo), en cuyo tiempo tenían los romanos en la península Ibérica más de 14.000 kilómetros de vías militares. Una de ellas atravesaba por la mitad el concejo y tenía como objeto enlazar León con Gijón. Manuel Álvarez Álvarez realizó un dibujo en el año 1926 con la calzada atravesando el municipio desde Senriella al Padrún. Pocas son las referencias que se dan con relación a otra calzada secundaria que partiendo de La Pasera, atravesaba el valle de San Juan (pegada al el "río Chuca" el conocido San Juan) y salía por Santumillano hacía Langreo. Escribía López Cerrato: "descendía esta vía de Mieres del Camino y entraba en Langreo por Cabofel, atravesando el río Nalón mediante un monumental puente de cinco arcos, uno de los más importantes de Asturias construidos por los romanos". (Antonio López Cerrato. Cien años de Langreo 1880- 1980, pág. 7. Oviedo 1981).

Camino y Carretera Real: Fue la segunda vía importante de comunicación de Asturias y comunicaba con Castilla. Es de suponer que discurriera por el solar de la milenaria calzada romana atravesando el difícil y complicado puerto de Pajares, lugar de tránsito de los comerciantes que salían y entraban en el Principado con sus mercancías. A finales del siglo XVIII se construye la "Real Carretera". Gaspar Melchor de Jovellanos fue uno de sus principales promotores (durante su planeamiento se alojaba en el Palacio de Camposagrado). Su paso por Mieres fue competencia casi exclusiva de Jovellanos. No faltaban otros intereses que intentaron desviar la carretera desde Pola de Lena al concejo de Quirós y por ahí continuar hasta Oviedo. El criterio de Jovellanos se impuso, a mi entender, con gran sensatez. Jovellanos nos refleja un Mieres tranquilo, que vive la dulce existencia campesina. Aún no existían minas y escombreras. El "Río Grande" (Caudal), discurría por hermosas vegas y prados. Decía Jovellanos: "Esta situación de Mieres es hermosa, sentada en la izquierda del río, su vega es la más grande y fértil del Valgrande y la ladera que se ve a la derecha está llena de arbolado, cultivo y caseríos, es muy amena y agradable?" En Mieres se crean mesones y paradas para las diligencias y carromatos, resultando para la villa fuente de magníficos ingresos el extraordinario tráfico que desenvuelve la nueva carretera. También es Mieres estafeta postal para la correspondencia destinada al concejo de Aller y al valle del Nalón. El paso de las diligencias llenas de viajeros era constante. Las Galeras (el medio de transporte más utilizado por las clases humildes) fueron los más incomodos medios de transportes de aquella época, donde los pasajeros viajaban afinados con las mercancías. En el año 1815 se estableció un servicio semanal de diligencias entre Gijón y Madrid. En Mieres tenían su administración en el parador de "La Pasera", donde se paraba a descansar y se cambiaba el tiro de las diligencias.

Carretera de Langreo: Las comunicaciones con Langreo se venían realizando a través del impracticable Camino Real, que discurría a lo largo del valle de San Juan hasta Santumillano. Por este camino, que estaba en muy malas condiciones, era necesario cruzar tres veces el río Chuca (San Juan), y no había ningún puente. Solamente un tronco de árbol para las personas. Los carros cruzaban el río por las zonas donde transcurría el Camino Real (enterrándose bastante en el fondo) y dejaban las zonas de vadeo prácticamente impracticable para las personas. Así las cosas, en un tema de tanta importancia para ambos municipios, se inician los trámites para la construcción de una carretera que se solicita al Ministerio de Fomento el 15 de junio de 1882, siendo desestimada por S. M. el Rey por no considerarse de interés general. No cejan los ayuntamientos en su peticiones y al fin se recibe un telegrama de D. Alejandro Pidal, comunicando la aparición en la Gaceta de Madrid la fecha de la subasta de la carretera para el 15 de agosto de 1885, cuyas obras finalizaron la década siguiente. En el año 1970 se realizaron unas importantes obras de acondicionamiento a esta importante vía de comunicación.

Carretera de Lillo a Santullano: En el expediente para un nuevo plan de caminos vecinales de 1898 se dice de esta carretera: "La Diputación Provincial había empezado esta carretera, construyendo algunos trozos entre Santullano y Santa Cruz. Al incautarse de ella el Estado, construyó seguidamente, la sección de Santa Cruz a Collanzo". Por último salió a subasta la terminación de los cuatro trozos comprendidos en la provincia de Asturias, con lo que se estableció una nueva vía de comunicación con la vecina provincia de León .

Carretera Figaredo-Iglesia de Turón: En 1896 se inicia el expediente, apareciendo el anuncio en la Gaceta de Madrid el 16 de septiembre de 1897. Se adjudicó a Vicente Menéndez en 116.000 pesetas, las obras terminaron en 1902.

Carretera de Santullano a Villaestremeri: Fue terminada el 21 de octubre de 1889. El proyecto abarcaba la continuación de una segunda fase a comunicar con Riosa, de cuyo proyecto se sigue hablando.

Carretera de Rioturbio a Entrerríos: Con un presupuesto de 34.495 pesetas, apareció en el B.O.P de 13 de julio de 1898 y su recepción definitiva tiene lugar el 18 de junio de 1900.

Figaredo-Iglesia de Turón, La Peña-Santirso, Sueros-Urbiés, Baíña-La Pereda: En los primeros años del siglo XX, se llevaron a cabo la construcción de las mencionadas carreteras.

Carretera Oviedo-Figaredo: El día 8 de noviembre de 1968 y con un coste de 650 millones de pesetas se inaugura esta carretera (carretera nueva), que supuso una notable mejora en las comunicaciones con la supresión de la carretera del Padrún. En la década siguiente se inauguraría el segundo tramo hasta Campomanes. En 1988 dieron finalmente comienzo en Oviedo las obras del desdoblamiento de esta carretera.

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