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Dando la lata

Lo básico

Oye, ¿cuándo va a empezar a hacer algo el Alcalde? Hombre, pues es una buena cuestión, la verdad. A la que uno no tiene respuesta. Dicen que, en buena medida, se ha reconducido el estado de las arcas municipales, que pasó de crítico a favorable dentro de la gravedad. Pero al mierense que pregunta no le falta razón. Porque se ven poquitos avances, por decir algo. Otro vecino me hace llegar la queja de que Mieres está sucísimo, lo cual es una evidencia difícilmente rebatible. No hay más que salir a la calle para comprobar que continuamos fracasando en lo básico, en lo elemental, en el mantenimiento del concejo. La combinación de una población que poco pone de su parte y unos servicios municipales deficientes nos mantiene atrapados en la suciedad. Y sin vías de solución. Yo hace tiempo que dejé de desesperarme por el tema, pero la realidad es la que es. Mieres está sucio. Incluso más sucio que cuando yo protestaba enérgicamente de que Mieres estaba sucio. Pero ya perdí toda esperanza de mejora. Son muchos años de falta de limpieza de los espacios públicos y no hay manera de romper esa dinámica. Por eso me hacen gracia los proyectos de los que se habla de vez en cuando, que si nuevas urbanizaciones -¿para qué? ¡Si cada vez somos menos!-, que si otro parque que nadie limpiará, que si la pera limonera. Somos incapaces de tener las calles medianamente aseadas pero andamos dándole vueltas a ideas postineras que, por lo general, flotan en el aire pero nunca acaban de posarse. ¡Mira qué cantidad de telarañas hay por todas partes! Lo sé. También las veo. Como veo las pintadas en las tapias, los artos que se comen las aceras, los plásticos durmiendo en los ríos, las baldosas moteadas con caca de perro, las alcantarillas taponadas, la basura de rincones por los que hace años que no pasa una escoba y una iglesia de San Juan, domicilio comarcal de nuestro Santo Patrón, dejada de la mano de Dios. Hay que estar ciego para no verlo. Pero el motivo de que otras localidades estén cuidadas y Mieres no, y que no haya forma de revertir la situación, se me escapa.

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