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Desde mi Mieres del Camín

"San Juanín", con la música por montera

Los ritmos populares de este trío artístico invadían cualquier ambiente

Todo pueblo tiene sus ancestros positivos. Y Mieres, hoy día, solo puede presumir de unos pocos valores de ese tipo. Pero los tiene también y abundantes en la memoria de aquellos que aún conservan fresca la mente. Es indudable que el discurrir del tiempo, de los últimos ciento cincuenta años a esta parte está sentenciado por el tono y el aire musical de solistas, y colectivos corales. De los primeros tipos habrá de ocuparse próximamente, de los segundos, aún hoy mantenemos fresco el viento oxigenado. Ahí está el veterano Orfeón de Mieres, actualmente bien secundado por el Coro de la Escuela de Música y algún otro "pinito" que surge de los senos parroquiales. Ahí el Coro Minero como una de las pequeñas muestras que indican viejos poderes económicos. Y el de Santa Eulalia de Ujo que tuvo su época y por supuesto la flamante Banda de Música de Mieres, más que digna heredera de la "Municipal".

Ya en un tono menor el Viejo Coro Santarrosino, el cuarteto "Mieres" y el trío "San Francisco" de Turón. Y cómo no, el inolvidable Ochote "La Unión". Podríamos seguir la ruta, pero?. vamos de frente al recuerdo imperecedero de un trío que, en su corta o larga vida, según se mire el impacto, sembró a Mieres de música popular de su tiempo y de otros anteriores. Se trataba y se trata, para el recuerdo, claro está, del Trío "San Juanín" con el cariñoso diminutivo del Patrono de esta casa.

Allá por los años cincuenta tres jóvenes mierenses se alían para mover el cotarro de su inquietud colectiva. Eran Emilio Álvarez, Eladio Mateos y Pablo Lacalle. Antes dos de ellos, Pablo y Eladio había hecho sus pinitos, al lado de Guzmán y Falo formando en el cuarteto "Mieres". Pero habría de ser el trío quién abriese las puertas de una popularidad que rompía moldes. Tomando por marco de sus comienzos el recordado salón Palau, iniciaron esa andadura con un Pablo excepcional a la hora de fijar moldes con sus cuerdas vocales, al lado de un Eladio que contaba con una gran voz de tenor y finalmente la sacrificada de Emilio que, al ser la menos perceptible del grupo pero dotada de una gran musicalidad, encajaba perfectamente en el conjunto. Así fueron cautivando a los clientes del Palau, como forma a prueba de sus intenciones de llegar al gran público.

Con el ánimo de sus ya muchos seguidores que escuchaban los ensayos, decidieron presentarse al concurso "Rumbo a la Gloria", proclamándose campeones de su modalidad en el año 1952. Los premios eran cuantiosos y además los ganadores recibían el carnet profesional del sindicato del espectáculo. Y con esa estola entran a formar parte de una especie de compañía donde encajaban todas las modalidades, que les une a gente ya destacada como el caso de Rosa Mary Patallo, José Manuel Pandiella, Silvino Argüelles y otras figuras que completa un elenco de primer línea. Así, con ese bagaje recorren la región actuando en diversos escenarios, como los ambulantes del Teatro Chino y el Argentino, así como en salas fijas del máximo renombre. Ocasión tuvo el Trío "San Juanín" de volar por toda la piel española, puesto que el Circo Hawaiano intentó integrarlos en su plantilla fija y con buenas condiciones económicas. Pero, claro está, por el medio se encontraba el puesto fijo de trabajo de cada uno y las familias. Y estos detalles frenaron aquella posibilidad de generalizar sus posibilidades artísticas. Un detalle a tener en cuenta es que la primera guitarra electrónica que llegó a Mieres, fue estrenada por el Trío "San Juanín" durante su participación y éxito en el concurso "Rumbo a la Gloria", y en manos de Emilio Álvarez, apodado cariñosamente "Barajas", que era quién complementaba las voces con el sonido instrumental.

Que el "San Juanín" forma parte de la más pródiga etapa de la reciente historia mierense, dentro del campo artístico, nadie lo pone en duda. Y esta sensación aún se mantiene hoy en la mayoría de los ambientes acordes, cuando sale a relucir su nombre y su trayectoria. Pudieron llegar lejos pero los condicionantes de la época y de sus vidas, anularon esa posibilidad. De todas formas quién no recuerda aquellas pegadizas canciones, que luego eran tarareadas por la juventud y entre los recientes veteranos, como es el caso de "Mindanao", "Los Chamaquitos", "Cubanacán", y otras muchas que enriquecían su grato repertorio. Sin embargo existe un tema cuya petición era de obligado cumplimiento por parte del público que no dejaba pasar ni una sola oportunidad de escucharla. Se trataba del popular "El Guallito"

Si densa fue su presencia en los escenarios asturianos, también es cierto que resultó corta en el tiempo, ya que corría el año 1967 cuando Eladio Mateos se ve obligado al abandono, quedando el trío como dúo. Y es cuando Pablo y Emilio deciden darle un giro al estilo y a la forma con temas también populares pero ambientados en Asturias, como es el caso de "Asturias de mi querer", "Danza prima", "La Virgen de Covadonga", "Fui al Cristo" y alguna más. Con este nuevo estilo el Dúo "San Juanín" participó y fue protagonista de la grabación de dos elepés con el título genérico de "Asturias de mi querer" y "Recuerdos de Asturias". Integrados, dada esa nueva condición, en los colectivos "Así canta Asturias" y "Asturias canta", recorren todo el paisaje musical de la región, participando en festivales que llevaban el sello solidario de causas humanitarias.

Es también innegable que la realidad mierense de esta época, personificada en agrupaciones corales, otros colectivos menores e incluso solistas, estaba marcada por un sentimiento de participación, libre, voluntaria y solidaria, a favor de causas justas. El Trío y más tarde Dúo "San Juanín" no podía ser menos. Y esa actitud habría de quedar plasmada en reconocimientos públicos. Así fue que en abril de 1995 la Casa de Cultura "Teodoro Cuesta" de Mieres, fue escenario de un merecido homenaje tanto por su aportación a la música popular, como el desprendimiento material que demostraron en todo momento.

La máxima que enarbolaron los organizadores fue de que Eladio, Emilio y Pablo "pidieron muy poco y sin embargo dieron mucho en unas años en los que los teatros asturianos se llenaban con la fama de su nombre". Este reconocimiento tuvo grata repetición, primero en noviembre de 1999 con motivo del VIII Concurso y Muestra de Folklore "Ciudad de Oviedo", en el teatro Campoamor, aunque ya bien en su última condición de Dúo "San Juanín". Unos años más tarde, en noviembre del 2007, el salón de la Asociación de Vecinos de Santa Marina fue escenario ideal para un acto plenamente apoyado por el público, para decir adiós a este recordado conjunto musical, en plan póstumo, puesto que primero se había ido Emilio, posteriormente Eladio, y un par de meses antes Pablo. Así se cerró una brillante página del quehacer artístico de Mieres.

Quedan, para conocimiento general, dos rasgos del "San Juanín", su intervención en el homenaje que "Amigos de Mieres" le brindó al poeta Alfonso Camín, en el Capitol. Luego su "entente cordiale" con el famoso minero-limpiabotas de Sama de Langreo, actuando y vendiendo rifas a favor de un joven que había perdido las dos piernas en un accidente de trabajo y precisaba trasladarse al Rusia para la aplicación de unas ortopédicas. Dos rasgos que reflejan el valor de entrega de este entrañable Trío "San Juanín", orgullo de la reciente historia.

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