En contraste con lo contado en la primera parte de este análisis, habría que preguntarse que, si estamos cayendo cuesta abajo de forma inexorable ¿por qué razón se instalaron Thyssen y otras empresas en la zona de Baíña? Desde luego, no cabe presumir que los promotores de esta instalación -quizás las empresas industriales más importantes del municipio mierense- sean personas poco inteligentes, que decidieron por error hacer una importante inversión de dinero en un lugar maldito. No tengo la menor duda de que, como antecedente de esa instalación, tiene que haberse producido un proceso de negociaciones y trabajos que no trascendieron al público, en que uno de los protagonistas fue José Luis Álvarez Margaride, presidente de Thyssen para España, Portugal e Iberoamérica, de cuya inteligencia no puede haber duda.
Y algo debía saber -o estar haciendo- el exalcalde Vital A. Buylla, pues un día me comentó de pasada una gestión que se estaba llevando a cabo y que podría traer a Mieres una empresa importante. Aunque murió años antes de que se produjera la apertura de la primera fábrica, siempre pensé que se estaba refiriendo a Thyssen, pero eso no deja de ser una simple opinión personal, ya que no tengo pruebas suficientes para asegurarlo. Sin embargo, está claro que si se trabaja ininterrumpidamente para captar empresas con tenacidad, seriedad y poniendo a disposición de las que sí pueden crear un importante número de puestos e inducir otros de empresas que pudieran ser auxiliares, potenciando el efecto reindustrializador, los terrenos y hasta el personal adecuado a la actividad que se pretende desarrollar, se captarán nuevas empresas, y así poco a poco se restauraría el deteriorado y devaluado tejido industrial.
No hay que diversificar los esfuerzos: En LA NUEVA ESPAÑA del día 6 de diciembre de 2017 leo un anuncio del Servicio de Empleo del Gobierno del Principado de Asturias referido a "Cursos dirigidos a las personas desempleadas de larga duración". Sería bueno que el lector consulte la hemeroteca, si ha dejado pasar la correspondiente página del periódico sin prestar atención al anuncio: se ofrece un curso de 160 horas de "inglés financiero" (seguramente quienes lo hagan saldrán del paro para entrar a trabajar en Wall Street), y dos cursos de "limpieza en espacios abiertos e instalaciones industriales", de 240 horas de duración cada uno (al final, pedirán un "master" para pasar una fregona por el pasillo del HUCA). Y para los parados de larga duración pertenecientes a colectivos con mayores dificultades de inserción laboral, entre otros se anuncia un curso de 240 horas de "Limpieza de superficies y mobiliario en edificios y locales", cuando todo el mundo sabe que los muebles de caoba no se limpian con papel de lija y que la lejía no le va bien a los muebles policromados. ¿No sería mejor negociar con las empresas previamente captadas y que estuvieran interesadas en instalarse en Mieres la formación con fondos públicos -nacionales o europeos- de los parados de larga duración, para que expliquen las características de los puestos de trabajo que precisan cubrir y organizar, en función de esa necesidad real y de la perspectiva cierta de obtener un puesto de trabajo, la formación específica que resulte mas adecuada a la actividad que sí se sabe que van a realizar?.
En un libro magníficamente editado por el Gobierno del Principado de Asturias, bajo el título "En tiempo y forma", relativo a proyectos desarrollados por el Gobierno del Principado de Asturias dentro del Plan de Reactivación Alternativa de las Comarcas Minera, de las 151 páginas del mismo solo dos se refieren a polígonos industriales, el polígono de "La Moral", en Tuilla, y el de Villallana, en Lena. Y en la página 147 se habla de las obras ejecutadas en los polígonos de Somonte, Mora-Garay y La Peñona (todos ellos en Gijón), así como de la ampliación del Polígono de la "Recta del Lleu" ¿Cuánto tiempo hace que se vine hablando del polígono del Terronal? Según parece, ahora se cuenta con un presupuesto para descontaminar la zona, donde hubo una importante actividad de extracción de cinabrio para obtener mercurio, o al menos para acometer estudios con ese fin, pero el folleto al que me refiero habla de actividades y proyectos hasta 2005 y el Terronal no aparece.
Por su parte, en el Boletín Oficial del Estado se publicó una resolución de 29 de enero de 2009 por la cual se autorizaba la financiación de proyectos de obras con cargo al "Fondo Estatal de Inversión Local" . Entre ellas se preveía la atribución de nada menos que 48 partidas de dinero para mejorar barrios, calles, pavimentar aceras, construir una nueva perrera, gimnasios, reasfaltar viales en Mieres y su municipio? en fin: todo muy atractivo desde el punto de vista de la mejora del "hábitat" minero, pero absolutamente desconectado del objetivo de revitalizar la cuenca del Caudal. ¿Es adecuado invertir fondos en algo que, a este paso, ni siquiera van a poder disfrutar los jubilados y prejubilados, porque están ya en el último tercio de su trayectoria vital y su futuro es muy limitado? Es imprescindible cambiar de actitud y convencerse de que hay que gastar el dinero en lo que se podría definir como "compra de futuro para las generaciones jóvenes" que residen en Mieres y para todos aquellos que quieran venir a residir en nuestra villa. Y no en administrar cuidados paliativos y parches de morfina espiritual a los que todavía quedan aquí, para que la decadencia y el declive económico del municipio pasen mas desapercibidos, encubiertos bajo unos espacios públicos mas estéticos y notablemente mejorados.
La resurrección es posible, pero conseguirla requiere una singular dedicación de quienes ocupan puestos de responsabilidad y relevancia, tanto política como social y económica. También de toda la ciudadanía, cada uno a tenor de sus luces, formación cultural y posibilidades. No es un trabajo fácil, pero más difícil es vivir bajo la nube negra del pesimismo y la resignación. Y la primera labor a acometer requiere, precisamente, que cada uno intente superar esa negativa actitud moral de derrota, provocada por la constatación de que la "cuesta abajo" en que nos encontramos lleva en marcha demasiados años y no aparecen síntomas de que la tendencia vaya a cambiar. Después de poner la primera piedra, colocar las demás será más fácil.
