De entrada, confieso que no sigo en profundidad los temas relacionados con el atletismo, salvo cuando compruebo los constantes triunfos del incombustible Efrén García, que debe de tener "contenta" a su mujer de dar tanto brillo a la cantidad de trofeos y medallas que atesora, o de Martín A. Espinar, que residió muchos años en La Nisal.
Hago esta premisa, dado que me llama la atención titular en varios medios que dice "España medalla de plata en el Europeo de Cross". Sigo leyendo para saber quien es el españolito que logra el metal, pero ¡sorpresa! El atleta se llama Adel Mechaal, de origen marroquí, y junto a el compiten representando a España compañeros de su antigua nacionalidad, con nombres tan españoles como Alí el Mountabi, Mohamed Zarhouni, Annase Mahadub, y otros más, que al final se quedan en las socorridas "chocolatinas".
Estos atletas son nacionalizados por sistema exprés para maquillar la falta de resultados a nivel internacional, compitiendo como falsos españoles, en detrimento de los auténticos nacionales, que ven cortada su progresión por culpa de estos chanchullos.
En variados deportes, como clubes de fútbol, baloncesto? resulta normal, pero que foráneos, salvo que lleven arraigados en nuestro país cumpliendo lo establecido, no tiene sentido que luzcan la camiseta de España.
Hace unos años, un esquiador de fondo alemán, fue nacionalizado a toda prisa (Johann Mülegg) rebautizado como Juanito, que obtuvo triunfos sonados, y que fue considerado casi como héroe patrio. Triunfos que al final fue desposeído por doping. Sin comentarios. Lo de los clubes privados -empresas al uso- es otro cantar. Contratan a mercenarios que hoy besan el escudo, y mañana se van con el mejor postor. Pero lo de representar a España, creo que deberían ser palabras mayores. Concatenado todo ello, de puertas abiertas, y barra libre -según quienes sean- para unos que pueden aportar éxitos, y patada en el culo, y expulsión, para compatriotas suyos. Así que a mi préstame les de Efrén y Martín, los otros? ni frío ni calor.
