Señor presidente de Iberdrola, todos conocemos su animadversión hacia el carbón; un mineral que fue motor de la revolución industrial que tanto progreso proporcionó a la raza humana. En los últimos años por estas fechas, su equipo de comunicación felicitaba las fiestas navideñas a través de parodias en donde el carbón representa la fuente de generación eléctrica a eliminar de nuestra dieta energética; utilizaba a una niña como figura principal de uno de los anuncios.
Sepa usted que cantidad de mineros enfermaron y fallecieron en las labores de la minería dejando multitud de viudas y huérfanos que, al igual que el resto de los que poblamos estos territorios, están orgullosos de tan digno oficio. Entenderá que sus mensajes contra el carbón, y por tanto contra las comarcas mineras, no son bien recibidos en estos espacios territoriales.
Ahora usted va más allá y solicita el cierre de las centrales térmicas de carbón que Iberdrola tiene en Lada y en Velilla. Aduce para ello motivos de convencimiento medioambiental con lo que pretende convertirse en adalid del ecologismo. Muchos opinamos que nada más lejos de la realidad, que es puro marketing publicitario y lo que subyace son intereses puramente económicos; lo cual es lícito, pero dígase así, sin rodeos ni engaños. ¿O es que con cerrar estas dos centrales térmicas el problema medioambiental queda resuelto? ¿No será que lo que realmente se pretende es sustituir el carbón por algo más lucrativo?
Usted sabe perfectamente que a día de hoy las centrales de carbón son necesarias. También lo saben en Europa y por ello se da un margen hasta 2050 como transición energética hacia la descarbonización. Un periodo que, en mi opinión, debe de servir para apostar decididamente por la captura y el almacenamiento de CO2, ya que mientras la energía no se pueda almacenar de manera suficiente, asequible económicamente y con garantías de suministro, las fuentes de generación renovables no van a poder satisfacer la demanda. Se contribuiría de esta manera a generar empleos de calidad y tejido industrial en estos espacios territoriales fuertemente deprimidos.
Me atrevo por tanto a trasladarle que, si realmente "Iberdrola es una empresa socialmente responsable" como trasladan a la opinión pública, no puede usted solicitar cierres sin dar alternativas. Usted conoce cuál sería el destino de los trabajadores subcontratados (que como los de Iberdrola dan lo mejor para esta empresa): el paro.
Eso no es ser "socialmente responsable", es una falta de sensibilidad y una lamentable irresponsabilidad. Una empresa con multimillonarios beneficios no puede enviar al paro ni a un solo trabajador.
Tenga usted la seguridad de que no nos vamos a resignar y pondremos todos los medios a nuestro alcance para que estas instalaciones, en las que se invirtió mucho dinero para adaptarlas a las normas medioambientales, continúen funcionando. Es difícil trabajar sabiendo que no te quieren, pero lo seguiremos haciendo. Lo lógico sería desmotivarse, pero va a ser que no, vamos a pelear para dar continuidad a estos emplazamientos, que en el caso de Lada cumplirá 70 años en 2019.
Desearle que pase unas felices fiestas en compañía de los suyos sería una obviedad, no obstante así se lo deseo. A "todos" los que trabajamos en estas centrales térmicas (personal propio y subcontratado) y a nuestras familias, debe usted saber que nos las amargó, pero lo vamos a superar. Sinceramente le digo que no merecemos este trato y le pido que retire la solicitud de cierre y continúe con las inversiones iniciadas para cumplir con las normas medioambientales.
Mi deseo es que los Reyes Magos nos sigan trayendo carbón durante muchos años y que el nuestro continúe formando parte importante de la dieta energética de este país.
