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A mi aire

Tute

Estamos en plena temporada de los tradicionales campeonatos de tute, así que por variados sitios de las Cuencas, en establecimientos hosteleros ya comenzaron las partidas, e incluso en alguno ya han superado el ecuador, y otros ya andan por la recta final con el consabido anuncio de la comida y entrega de premios, que pone fin al anual evento.

La clásicas puyas hacia los que, utilizando símil futbolístico, quedaron en zona de descenso, o los que llegaron a puestos de play-off son constantes.

Suelo observar alguna partida que otra en "El Rincón de Noelia" en Cuturrasu, y en muchos de los casos se palpa ansiedad no exenta de nerviosismo, dando la impresión de que alguno de los participantes tal parece que se juegan la vida en el desenlace de las jugadas, incluso desencuentros entre compañeros de viva voz, recriminando fallos visibles.

Como resumen, decir que al final todo queda en agua de borrajas, aunque alguno en su grado máximo espete aquello de "pal añu que vien ya nun juego contigo de compañeru", pero al final nada.

Este año, antes de finalizar, ya hay campeones: Ramo Coto y Javier Álvarez, que llevan muchos años como pareja de hecho en este mundillo de la baraja, y se supone que de algo servirá, unido a la experiencia de Ramo, complementada con la merecida fama de Javier de "cogeles a puñaos".

Lo cierto es que estos campeonatos dan vidilla a los sitios donde se celebran, en este caso en el citado "Rincón de Noelia", lugar cuidado, con excelente cocina casera, personal amable, y paisanaje a la par, cosa esta que no abunda mucho, y que merece la pena visitar.

Uno mismo, que suele pasar por allí los festivos, incluso alguna que otra vez se anima a echar una partida en plan amateur, con variada suerte. Básicamente con, o en contra de alguno de ellos, siempre en función de la ausencia de alguno de los "campeones", o de Raúl y Lolo, que son los que complementan el cuarteto habitual -estoy de suplente- y entre charla amigable, botelles de sidra, o vino, la mañana resulta de lo más prestoso, y si el día está soleyeru para dar un paseín por el pueblu, ya ¡demasiao!

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