Seguramente, y en coincidencia con los carnavales, cuando todo el mundo se pone la careta, pues ellos se la quitan definitivamente, aunque una buena mayoría, en función de sus intereses, nunca lo han hecho. El Partido Nacionalista Vasco (PNV) pese a su teórica moderación, siempre ha actuado en aras de sacar el máximo provecho con claras ventajas sobre el resto del las diversas Autonomías del Estado español. Andan crecidos, y cual mus, que allí es juego de referencia, vuelven a lanzar un órdago a la grande.
Así que viendo la debilidad del Estado, que hace cuatro días les volvió a conceder corregido y aumentado sus prebendas, a cuenta de su apoyo a los presupuestos, ya veremos, han puesto en marcha una serie de "propuestas" que son todo un canto a la independencia.
De entrada, ya el "Derecho a decidir con una fuerza superior a la Legislación vigente" y la "Relación de convivencia con España", el "Control de las pensiones, y servicios de empleo, y relaciones con la Unión Europea", y por su puesto, un "Nuevo marco estatutario", y cupo privilegiado, ¿más todavía?
Cien por cien para asuntos competentes como nación, representación en organismos internacionales, tanto en Europa como en el resto del mundo...
Todo esto hace ya mucho tiempo que se veía venir, y más después de lo de Cataluña, con quien siempre han estado en sintonía, pero con ambos siempre lo han solucionado con cataplasmas de millones, y más millones, dicho sea en detrimento del resto de España. Pero como son insaciables, hasta el más lego sabe en que derivan los lodos.
Así que al lado de estos aventajados discípulos del exjesuita Xabier Arzalluz, que cuando menos nunca se anduvo por las ramas, casi dejan como meros monaguillos a otros personajes, los que movían el árbol para que los separatistas recogieran las nueces, según su propia versión, a los que no hace falta mencionar, pues, desgraciadamente, son conocidos por todos.
Mientras tanto, "mantamová" instalado en su dontancredísmo habitual, viéndolas venir y no mover ficha. Es la calificación gráfica más piadosa que se me ocurre. Termino con un simple ¡joder, qué país! No salimos de una, y ya se nos viene otra encima.
