Toda su existencia ha estado presidida por la defensa de su entorno, ya fuera San Andrés-Urbiés en Mieres, su lugar de nacencia o Caleao en Caso su rincón de pacencia. Porque Desiderio Fernández Suárez es el ejemplo de persona intensa, abnegada y siempre con las buenas ideas en su mente animosa y despierta. Son muchos años de estar al pie del cañón organizando actividades y acciones prácticas para su comunidad vecinal.
En los años sesenta y siendo docente en el colegio de los Hermanos de la Salle en Turón, se le ocurrió la feliz idea de llevar a efecto la puesta en escena del monumento al minero y su correspondiente mina imagen en los altos de la Colladiella en Urbiés, una zona equidistante entre los valles del Caudal y el Nalón. Este emblema minero se encuentra actualmente un tanto abandonado y se demanda a las autoridades municipales y a la empresa Hunosa que se vuelquen en la medida de lo posible para recuperar ese monumento olvidado. Tras abandonar su tierra de origen encontró cobijo sentimental en el pueblo montañés de Caleao en el concejo de Caso. En este terruño alcanzó Desiderio su carta de naturaleza y fue un vecino más siempre procurando hacer el bien y sacando partido de las esencias rurales de un pueblo con tradiciones e historia contrastada. Puso en marcha el festival de la siega, animó a todo el pueblo a mantener los festejos que estaban casi perdidos y fortaleció lazos comunes para conseguir una comunidad vecinal decidida y con fuerza vital. Siendo alcalde pedáneo de la entidad local menor concitó la voluntad de los parroquianos para lograr un Caleao más dinámico y con capacidad de ser atendido por los poderes públicos. Y en todo este peregrinar comunal todavía tenía tiempo para dedicarse a su pasión verdadera que no era otra que la artesanía de la madera. Sus trabajos referidos a la construcción y diseño de guitarras, rabeles o bandurrias son obras de arte musical que bien merecen que se conozcan públicamente. Y por todo este brillante currículo, los Amigos de Desiderio del Valle de Turón le van a tributar un sentido homenaje-comida de hermandad -el sábado día 17 de febrero en el Restaurante Casa Fernando en Urbiés-. Una manera de respaldar a un personaje entusiasta como pocos que no le falta tiempo ni acción para estar constantemente pergeñando ideas y buena voluntad. Y a su lado, como hada madrina y ángel custodio, su inseparable Marilé. Y Desiderio a sabiendas de este detalle vecinal y amistoso se muestra feliz y contento. No es para menos.
