Capítulo 5003. Anna Gabriel, por lo que pueda pasar, se ha largado a Venezuela. Qué pérdida. Para llenar semejante vacío hay quien propone enviar en comisión de servicio al parlamento catalán a Irena Montera, Celia Villalobos y Adriana Lastra. Para que aprendan.

Bueno, ¿pues no me dice que no concibe la tortilla de patata sin cebolla? Que una acreditada guisandera te lance la bomba atómica es desolador. Nada puede ir peor. La degeneración absoluta. La tortilla de patata con cebolla es la creación humana más detestable. Para causar un daño insuperable, en vez que cabezas nucleares, cargue los misiles con tortilla cebollera y la rendición del enemigo será inmediata. Así que cuando me dijo que para cenar se proponía servirnos esa aberración sentí la arritmia.

Logré reponerme del impacto para sacar a pasear todas las habilidades diplomáticas que me adornan, que son muchas. Finalmente, tras una encendida discusión, logré que la titular de los fogones cediera para, en contra sus más arraigados principios, cocinar una tortilla como Dios manda, o sea, si cebolla. Tras la experiencia, su boca renegaba obstinadamente, pero el brillo en sus ojos la delataba. Seguro que ahora está en fase de reconversión. Poco hay en la vida más satisfactorio que ayudar al prójimo a ver la luz. Cuando finalmente comprende que es un sinsentido arruinar unas patatas sanas, unos huevos frescos, un aceite de calidad y una pizca de sal marina, echando allá un cebollón asqueroso, experimenta la armonía con el Universo. Sólo se puede viajar hacia mejor. Imaginen el panorama: jamón ibérico de bellota con cebolla, langosta de Terranova con cebolla, angulas con cebolla, turrón El Gaitero con cebolla, chuletón de buey con cebolla, caviar de beluga con cebolla. ¿Por qué destruir la exquisitez? Pues con la tortilla, igual.

La cebolla es como el cucho: útil, aunque apestoso. Que tienes unos filetes correosos que ya huelen a cadáver, a la pota con ellos anestesiados con cebolla. Que la merluza da un tufillo raro, a encebollarla. La cebolla no resucita la materia rematadamente muerta, pero ayuda a hacerla comestible. Nada más. Que no pase de ahí.