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El coro de Fábrica de Mieres

Los primeros pasos de una formación musical surgida a mediados del siglo pasado

Terminada la guerra y durante aquellos años de posguerra, los mierenses vivieron recordando el famoso Orfeón de Mieres que hacía unos años que estaba desparecido. Ante la necesidad de ese tipo de música, el grupo de empresa de Fábrica de Mieres, en el año 1956, por medio de la Sección Artística y de la mano del señor Crespo, deciden fundar el Orfeón de Mieres (de Fábrica de Mieres). Para ello, la primera industria del concejo prestó toda la ayuda económica necesaria para recuperar esta agrupación, poniendo además de los medios económicos, medios materiales y demás.

Este estreno del coro de empresa en público sería durante la fiesta del Primero de Mayo de 1957. Ellos cantaron por primera vez en el teatro Capitol, dentro de un gran espectáculo que había organizado la Hermandad Metalúrgica de San José. Ese día los actos fueron de la siguiente forma: A las diez de la mañana misa en la capilla Santa Marta de Betania en la factoría de Ablaña. De doce a dos de la tarde fue el gran espectáculo de variedades en el teatro Capitol (parece ser que el acto fue radiado). A las cuatro y media de la tarde comenzó la fiesta en Cardeo.

Exactamente, este Orfeón de la empresa actuó para los trabajadores de Fábrica de Mieres exclusivamente, en dos funciones celebradas en el desaparecido teatro Capitol de Mieres, los días 28 de abril y 1 de mayo. Como hemos dicho la primera actuación sería el 28 de abril, a las 11,30 de la mañana. La segunda el día 1 de mayo y como hemos dicho formando parte del programa que preparó la Hermandad Metalúrgica. Durante estas dos sesiones el aforo del teatro Capitol fue ocupado en su totalidad.

El programa del Orfeón se dividió en dos partes con un descanso por medio. En ambos partes se cantaron cinco canciones. Intervinieron como solistas la señorita Conchita Herrero y Juanín Menéndez (Juanín de Mieres). En el intermedio, la Banda de Música Municipal ofreció al público tres obras muy populares como "El barberillo de Lavapiés", "Una tarde entre gitanos" y "Fiesta rusa". Tanto la Masa Coral como la Banda Municipal fueron dirigidas por el maestro César San Narciso.

Unos días después de este concierto, concretamente el 31 de mayo, esta masa coral dio otro concierto dedicado a los Accionistas de la Sociedad Fábrica de Mieres, al cual asistieron también los altos mandos de la empresa acompañados de los Jurados de Empresa (tanto de Minas como los de Fábrica) y del Patronato del Grupo. Durante el descanso, el presidente de Consejo de Administración, y los consejeros delegados junto con el conde de Mieres y el señor Suñer subieron al escenario y prometieron dotar a los orfeonistas de un uniforme adecuado, de lo cual se encargó el Patronato del Grupo.

Estos uniformes comenzaron a ser servidos en marzo de 1958 y los primeros fueron los trajes de las mujeres, que se compraron en la casa de modas de Oviedo "Luz Cuesta" y los zapatos fueron servidos por la zapatería "La cuesta de Begoña". Estos uniformes fueron estrenados en la mañana del 1 de mayo de 1958 en el escenario del teatro Capitol en una función destinada a los Socios de la Hermandad Metalúrgica de San José, donde gran parte de ellos no pudieron asistir por ser una sola sesión y no coger todos en el teatro. Por eso el domingo 18 de mayo la masa coral volvió a ofrecer otro concierto dedicado esta vez a los trabajadores de los grupos mineros. En la sesión del 1 de mayo estuvieron en la función, entre otras personalidades de la época, Alejandro Pidal, que era el presidente del consejo de administración; Joaquín Vega Seoane, en esos momentos director gerente; y los mandos superiores de la Empresa. En junio de 1957 concretamente los días 29 y 30, la Sección Artística del Grupo de Empresa decide obsequiar a los componentes del Orfeón con un viaje a Santander; como premio por los sacrificios hechos durante el año para asistir a los diferentes ensayos.

Este viaje se realizó en dos autocares, que salieron de Mieres a las 7,15 de la mañana. En Llanes oyeron misa y desayunaron. A las doce y media visitaron San Vicente de la Barquera, donde además hicieron la parada para comer. La llegada fue a Santander a las 6 de la tarde. Al día siguiente, domingo, salieron de Santander para Loredo, en cuya playa pasaron la mañana. La comida se realizó en Castro Urdiales, y desde esa localidad se regresó a Mieres.

Ese mismo año, el 30 de diciembre, el Orfeón de la Fábrica recuperó una vieja tradición, como era el cantar en la Casa-Gerencia, aprovechando que el conde de Mieres y su familia se reunían en dicho lugar para pasar las Navidades. En esa velada deleitaron con sus canciones a los asistentes. Sólo hubo que lamentar la falta de la gran solista Conchita Herrero por enfermedad. En ese día fue Juanín de Mieres, el que cantaría una canción para los niños reunidos y sentados en la gran escalera que conducía a las habitaciones. Después de la actuación los orfeonistas y acompañantes fueron obsequiados por la Casa-Gerencia y el Conde de Mieres.

Un viaje importante para este coro fue iniciado el 28 de abril de 1959 a Madrid, para tomar parte en la gran Olimpiada musical del 1 de Mayo que sería cuando se organizó la segunda demostración sindical, en la que intervinieron diez mil trabajadores y en la que más de cien mil personas la presenciaron en el estadio Santiago Bernabéu, siendo además televisada.

Serían dos autocares los que trasladaron a la capital a 75 muchachos capitaneados por César San Narciso, quienes el mismo día de su llegada participaron en el ensayo colectivo celebrado en Puerta de Hierro: cantaron, con vistas a la demostración del día de San José Artesano, el "Aleluya", de Haendel y el "Himno Sindical".

El día 30 de abril fueron invitados por la emisora Radio Nacional de España, a sus estudios donde hicieron grabaciones para las emisiones destinadas a la América Latina. En esta ocasión interpretaron las siguientes composiciones: "Giraldilla", de Torner; "Camino de Mieres", de Moreno Torroba; "Añada", de Baldomero Fernández; "Chiviriviri", de Mediavilla; y la "Canción de marineros", de Baldomero Fernández. Después actuaron en Radio España en un extenso espacio en el que llegaron a agotar todas las obras que figuraban en su repertorio. A partir de ese momento empiezan a recibir ofrecimientos y felicitaciones. El día l de mayo por la noche, ocuparía la Masa Coral uno de los escenarios levantados en el Estadio Santiago Bernabéu, con el resto de las agrupaciones musicales de Educación y Descanso de toda España. Forman para esta demostración un total de 2.000 voces y 500 instrumentistas, que interpretan variadas obras. Al día siguiente actuó el Orfeón en el Centro Asturiano de Madrid, por dos veces. La primera en concierto popular, en el que interpretaron la totalidad de su repertorio. Juanín de Mieres, "El Almirante de la Canción Asturiana", cantó como en sus mejores tiempos. Por la noche repitieron su actuación en la cena de gala a la cual asistieron el señor Conde de Mieres y señora; Ignacio Pidal y Castor Cañedo y señora; los ministros de la Gobernación y Obras Públicas; el subsecretario de Industria, que era el mierense Alejandro Suárez Fernández-Pello; Labadíe Otermín, que era el gobernador de Asturias y jefe provincial del Movimiento; el Marqués de San Feliz, y otras relevantes personalidades del mundo de las finanzas y del arte. A continuación y ya de madrugada fueron invitados a visitar los diarios "Arriba" y "ABC", en cuyas redacciones ofrecieron el regalo de sus canciones nuestros orfeonistas, terminando su actuación en estos diarios madrileños pasadas las tres de la mañana, después de oír la Santa Misa en la capilla del diario "Arriba".

El domingo día 3, y para iniciar el regreso, fueron invitados a visitar el Valle de los Caídos. Hemos de señalar que tomaron parte en la organización de las actuaciones de estos artistas, desde el alcalde de Mieres, José Antonio López Álvarez; al popular "Alfonso", redactor de "El Alcázar"; además de los directivos y socios del Centro Asturiano de Madrid.

Ya en Mieres estos jóvenes del Orfeón del Grupo de Empresa de Fábrica de Mieres fueron elogiados por su estacada y brillante actuación en la Demostración Sindical y en el Centro Asturiano de Madrid, además viniendo todos ellos altamente satisfechos, tanto por el éxito en sus actuaciones como por las por atenciones recibas en todas partes, especialmente por la numerosa y distinguida colonia asturiana de la capital de España.

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