El que no precisa significarse por el simple ejercicio de su ego, pasa muchas veces desapercibido entre sus convecinos y demás habitantes de un núcleo, por ejemplo el de Mieres, cuando en realidad guarda un saber y una experiencia sobresalientes sobre temas de su profesión. Es el caso del agente de la Policía Local de esta plaza, José Luis López Álvarez, funcionario del Ayuntamiento y agente de la Policía Local desde el 2 de enero de 1982, con el número uno de su promoción.
El caso es que, al poco tiempo, en 1984, ya establecía una especie de centro de formación para opositores policiales, por supuesto de la Local, de la Guardia Civil y de la Policía Nacional. Esta actividad hubo de finiquitarla en la década del 2000, eso sí, bajo la vitola de haber conseguido la marca del mayor número de alumnos de ingresos en la Policía Local, dentro de Asturias, incluso se puede afirmar que alcanzó el segundo nivel a escala nacional con el noventa por ciento de aprobados. Su sede estaba en la calle Velázquez de Mieres y llegó a tener sucursales en Langreo y Avilés.
José Luis siempre fue un mierense con una densa carga de ambición, de la buena, por supuesto, y a partir de la década del 2000 comenzó a dar clases al personal de la empresa de transportes Alsa para toda materia relacionada con enseñanzas sobre reglamentación y seguridad social, con hincapié en la especialización de alcoholemia. Su historial señala también que estuvo dando clases en la Academia Española de la Policía Nacional a nivel de todo el territorio. En Asturias, su amplia actuación como docente asumió también la formación logística y de transporte en su variante de conducción, siendo el primero en impartir un curso de este tipo y alcanzando, con el tiempo, la cifra de más de tres mil alumnos en esta modalidad. Ello le llevó a ser profesor también de seguridad pública en la región.
Existe un detalle que da abundante cuenta de su inquietud por expandir sus conocimientos sobre cualquier materia. En su día se erigió como instructor del bastón policial extensible, usado actualmente por las fuerzas de orden público dadas sus condiciones especiales para determinados servicios. Su acentuado interés por los temas relacionados con la profesión le han hecho autor de dieciocho libros personales publicados sobre determinadas materias de interés colectivo y hasta noventa que vieron la luz, en plan compartido, sobre alcohol y tráfico, que alcanzaron, en sus ediciones, el número de cinco mil ejemplares. Una de las últimas obras por él publicadas, sobre supuestos de tráfico en el ámbito de la Policía Local, alcanzó la duodécima edición en el mes de marzo, del pasado año.
Estamos, sin duda alguna, ante un caso único en un ámbito que es difícil del determinar. Porque José Luis López ha impartido cursos a nivel internacional, por ejemplo tres en Portugal y uno en la Guadalajara de México. Su estudio de investigación en torno a los accidentes de tráfico y alcoholemia le llevó hasta los cincuenta mil ejemplares vendidos, lo que demuestra el interés popular.
Pero, el caso es que la trayectoria de este mierense parece ser que no le detiene ante nada, porque, saliéndose un poco de lo puramente relacionado con la profesión, sus inquietudes le movieron al conseguir el cinturón negro de tercer dan de judo, en su variante de defensa policial. Es también segundo dan de tai-jitsu y primero en defensa personal. Fue, en su día, campeón, en dos ocasiones consecutivas, de tiro policial de Asturias. Y ya en el plano personal, tiempo es decir que José Luis López Álvarez tiene dos hijos, el primero varón, José Luis, que es Policía Nacional habiendo alcanzado la medalla al mérito policial hace dos años, y luego Rosa, a punto de terminar la especialidad de Ingeniería Industrial.
Existen en el amplio paquete de experiencias de nuestro protagonista anécdotas y hechos que él no tiene ningún reparo en comentar. Para muestra relata que "el primer curso de defensa personal femenino que se dio de Asturias, lo hizo el Ayuntamiento de Mieres, a través de José Luis de profesor del mismo. Al año siguiente sugirió repetir la convocatoria y la concejala de la mujer -cuyo nombre silencia- le dijo que no era oportuno porque la defensa personal femenina fomentaba la agresión". Y esto ocurría no hace mucho, cuando comenzaba la gran escalada de este grave problema que tiene la sociedad española y se supone también la de otros países. Al año siguiente lo impartió, en Oviedo, un policía nacional.
Cuenta José Luis que otro asunto que lo trajo de cabeza fue cuando optó a la plaza de jefe de la Policía Local de Mieres, quedando en segundo lugar, cuando él consideró que había realizado un examen impecable. Ese resultado le supuso considerarse "perdedor". Supo inmediatamente que el tribunal calificador le había situado el primero. Por ello recurrió al Tribunal Contencioso-Administrativo donde le dijeron que "no entendían el resultado y menos la decisión de privarle del primer lugar, pero que no podían sustituir del fallo salvo que se hubiesen aplicado méritos y circunstancias erróneas de otros aspirantes".
En fin, que la historia es amplia y densa en material especial fuera de lo común. José Luis López Álvarez es un caso que se sale, no solo de lo habitual, sino también de aquellos elementos que forman una personalidad determinada fuera de la tónica que preside hoy el campo de la normalidad. ¿Su actual compostura de la vida? Pues nada. Sigue escribiendo sobre los temas habituales y que domina a la perfección, acude allí donde demandan su presencia, e incluso circunstancialmente cumple con uno de sus más atractivos objetivos, la implantación de clases sobre las materias dominantes.
En el aspecto puramente personal, este mierense que en el plano físico y menos en el intelectual, no demuestra la edad que tiene, conservando buena figura y mente fresca, espera el retiro de su actividad profesional, cuando según los anuncios, se apruebe la reforma de jubilación de la Policía Local.
Por otro lado guarda con cierto celo sus título de experto universitario en accidentes del tráfico, el de seguridad social de la UNED y experto profesional de logística y transporte para formación de conductores profesionales. Como suele suceder en muchos casos, José Luis, en su ir y venir por la vida, se ha convertido, un poco, en embajador de la mierensía, porque, como él dice "siempre que se me presenta la ocasión, suelo hacer patria de mi tierra".
