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Desde Tarna, como el río

Acerca del bable

El debate político y social sobre la cooficialidad del asturiano y la utilización de determinadas palabras

Hay como un recrudecimiento de criterios encontrados en Asturias sobre el bable. Distintas exposiciones y razonamientos se leen y escuchan en torno al bable (que ya sé que, para los reivindicadores de él, no es bable -que era y fue siempre el modo secular de hablar de las gentes de Asturias-, que ahora hay que decir "asturiano"). Pero, para entendernos, seguiré con el bable, que es lo que siempre hemos hablado en las cuencas. Por tanto, soy un asturiano que habla bable.

Y, sin embargo, viendo y leyendo las versiones de algunos miembros del PP, hay que joderse, porque uno está más cerca de ellos en cuanto a lo que pretenden hacer los de oficializarlo por decreto que los que no? Yo soy de los que no. Las razones son varias. Una es que me quieran imponer un modo de hablar que dicen que es el "asturiano normalizado". Y tal normalización es evitar la coincidencia de voces bable con el castellano; aunque coincidan con el catalán, como vergoña, que es vergüenza en castellano. Y lo fue en bable. Los malpensados dicen que no es coincidencia; que es voz aprovechada para que no sea igual a la española.

Otras expresiones que chocan bastante es que, en el bable normalizado, el pan, como tal, no existía; ahora ya no lo sé; igual subsanaron el error y al pan le dicen pan, al no tener traducción válida mejor; aunque los del bablismo habían preferido nombran pamesta, riche, bollu -nombre de piezas de pan- que no el pan mismo. En tal normalización, hay otra voz que, si existe en alguna parte de Asturias, no existe en el 90% de la región, que dicen noche, pero los de la normalización dicen nueche, nuechi o noite, todo con tal de no aceptar la noche, que fue y sigue siendo el modo general de decir de Asturias. Así, sobre una canción, que escuché en cierta ocasión en la TPA -foco o feudo sostenido con los impuestos de los asturianos- la expresión del bablista, músico y cantante, decía: ¡Ay de mí que me escurece / a la baxada del monte?! Maruxina de los valles, / dame posada esta nuichi.

La valía del músico, es uno; lo que distorsiona la armonía y la cadencia del rimo y de la letra, es otro. Pero, en fin, todo sea por el bable normalizado en Asturias.

Y, a propósito de Asturias. Los que quieren que se oficialice el bable -asturiano para ellos- tampoco es Asturias; ahora es Asturies. Que uno no sabe desde cuándo fue Asturies. Ni sabe por qué a conversar, hablar, platicar le decían glayar? que, desde luego, como aberración, merece el premio Cervantes.

Hay más cosas. O sea, voces que extrañan bastante. Una de ellas es los de collacios, por colegas o compañeros, que tampoco está clara. Ni clara ni claro está tampoco eso de canciu o cancios, que nunca nadie había escuchado cantando tonadas, ni cantando de otro modo. ¡Y he aquí que un día, viendo y escuchando la TPA, dos líderes del bablismo en esa cadena, entre reconocimiento y sinceridad, manifiestan que lo de "canciu "había sido un invento! Me quedo de una pieza... Pero ¿qué dicen? Pues eso, lo que dicen en bable y sobre él, que lo de canciu había sido un invento? No sé si fue un despiste o fue un rasgo de sinceridad. Lo que fuera, fue, y ahí está, como otras voces más de la TPA. Bueno, pues a pesar del invento, no queda día que no se lea semejante palabru. De todas estas cosas, lo que también extraña es que no haya de la llamada Academia de la Llingua nadie que salga a subsanar los errores. Porque, haberlos, haylos?

Bueno, pues sobre el canciu hay incluso intérpretes que propagan el error, ignoramos si por exceso de asturianismo, o por desconocimiento de lo que dicen. Y eso no es defender ni el bable, ni a Asturias, ni lo asturiano. Ni la tonada, que tiene rango de señora, por el nombre, mientras canciu es un bautismo a lo que no existe.

Y, a todo esto, como hay materia para más artículos, reconozcamos a la vez que este asunto en Asturias está resultando tóxico. Quien quiera hablar bable, que lo hable, pero que no intenten que lo hablen por decreto todos los asturianos, ni lo escriban ni haya que aceptar voces que son puro logro de laboratorio. Como Canciu.

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