Así, como el título indica, hay una canción de ambiente asturiano, llena de melodía, que más bien parece una Nana -añada en asturiano- cuya letra transcribimos para que se vea que habla de Caso. Dice así:
"Si vas a Campu de Casu/ has traeme una casina; / o me la traigas muy grande, / que la quiero pequeñina."
Como suena, pequeñina, como la esencia, que se sirve en frascos reducidos, porque tiene más valor. Como las casinas de verdad, fieles, firmes y amantes.
Pero la canción, que es más que canción, no se queda en esa letra únicamente. Hay quien, tergiversando -o no- ciertas circunstancias, tercia de otro modo la copla. Y dice, bien como segunda cuarteta o bien intercalando en la primera algunos versos. Veámoslos.
"Si vas a Campu de Casu. / has de pasar por Laviana / y has traeme una casina, / que no la quiero coyana.
Y es aquí donde, sin que se sepa desde cuándo, surge lo que para unos y para otros es rivalidad y pendencia, que se dice que nunca hubo buena sintonía entre coyanes y casinos o entre casinos y coyanes, como tal es el gentilicio de los naturales de Sobrescobio. De todos modos, las coplas de antaño, no se quedan en lugares como los citados. Todos los pueblos tuvieron con sus vecinos sus más y sus menos, sus pendencias y rivalidades.
Diferencia -y abundante- / existe, como es sabido, / entre el Madrid protegido/ y la de siempre exultante / Barcelona del bruñido??
Y entre Oviedo, entre Gijón,/ entre Sama y La Felguera; / entre el Caudal y el Nalón, / y entre Siero y La Carrera
Y, las cosas como son: / entre la suegra y la nuera? (AS)
Y a ver quién arregla este mundo, que cada vez se sale más de madre, cada vez se canta peor, se tracamundia más -o sea, se canta peor-, con voces más roncas y menos sugerentes que quien sepa cantar la copla "Si vas a Campu de Casu".
De Caso baja el Nalón / con sones de sol y diana, / y por la tierra coyana, / va dejando la canción / que después canta Laviana?
Hubo casos. Los autores de las coplas nunca han tenido cosa mejor que hacer que buscar cinco pies al gato y, luego, escurrir el bulto dejando al gatuperio que se las arregle cada cual como mejor pueda.
Y no es así, sin embargo. Los autores de coplas, al fin y al cabo poetas, son además de poetas, otras cosas. Y son los que dan gloria a los pueblos. Y a las mozas de los pueblos. Como lo ha hecho el gran poeta Alfonso Camín con "Casina":
Moza de Campo de Caso güeyinos de agua en la peña, / pura y alegre y risueña como la lleche en el vaso. / El oso detiene el paso por tu acento cristalino, / el mozo tuerce el camino, se posa el aire en la rama / y el Nalón llega hasta Sama soñando un amor casino.
Esta décima la hemos extraído del libro caminiano "Canciones y pequeños poemas" de 1946. Soñando un amor casino y a eso debe la fama de la mujer casina, la que es pequeñina y galana, de la que, después, dieron fama a la Virgen de Covadonga. Las casinas fueron primero.
Con todo, hay muchas otras composiciones, cantadas y recitadas, que hablan de Caso, del Quesu Casín, de la estirpe casina y de la raza vacuna más genuina de Asturias; la raza casina, que se adapta a las circunstancias, que forma parte de la vida y de la historia del lugar, de donde era el lugarteniente nada menos que de Pelayo?Y por haber, hay quien dice que Mauregato era hijo de moza casina y de rey aprovechado?
Por eso y otras razones, / "si vas a Campu de Casu", / no te apures, toma un vasu, / que ya escucharás canciones / que te harán perder el pasu?
Y así, si te coge de camino, llegarás a Arnicio, tras dejar atrás Orlé, solar histórico y Coto otrora de los Álvarez de las Asturias? cuya vía al decir de algunos, romana, llega a Infiesto, pero en tan malas condiciones, que hasta se pierden las ganas de cantar?
Y Tarna, pueblo, de origen sefardita, cuyas raíces se van perdiendo en el olvido; Tarna también es de Caso. Quede para otro día.
