La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El bazar de la historia

La autopista del Huerna mató al parador de Pajares

Acerca del emblemático edificio que acogió en 1968 la reunión en la que se decidió la construcción de la nueva conexión con León

El puerto de Pajares es uno de los clásicos dentro de la red de carreteras de España y que sigue siendo principal vía gratuita de comunicación por carretera entre Asturias y la Meseta Central. En lo alto, coronando el puerto, se alza lo que fuera el Parador Nacional de Pajares, toda una reliquia que recuerda con nostalgia tiempos pasados donde en invierno, el esquí y los automovilistas, daban vida a este hotel hoy en manos privadas y que afortunadamente parece que volverá a ser abierto próximamente.

El Parador de Pajares es uno de los edificios más emblemáticos de Asturias y que además parece estar sacado de un cuento, siendo durante una imagen representativa de la llegada o salida de Asturias desde que se inauguró.

El día 24 de junio de julio 1953, sería cuando fue inaugurado oficialmente, dando así por terminado el Expediente de obras del Parador de Turismo iniciado en diciembre de 1949. Este proyecto fue iniciado por César Guillén Lafuerza y concluido por el también gobernador civil y jefe provincial del Movimiento, Francisco Labadie Otermin. El edificio fue construido por la Dirección General de Regiones Devastadas por encargo de la Dirección General de Turismo.

El parador a las seis de la tarde de ese día quedó abierto al público, teniendo 29 habitaciones, dos saloncitos, dos comedores, una barra-bar y alojamiento para montañeros y excursionistas, con una magnífica chimenea. El acto fue revestido de gran solemnidad, para ello se invitó a las autoridades de las dos provincias, como eran León y Oviedo, y a la inauguración asistieron el director general de Turismo, duque de Luna; el obispo de Oviedo, monseñor Lauzurica; los gobernadores civiles de Asturias y León; el gobernador militar de León; subdirector general de Regiones Devastadas, secretario general de la Dirección General de Turismo y las representaciones oficiales de los Ministerios de la Gobernación y Comercio e Industria.

Ofició la ceremonia de bendición, el prelado de la Diócesis, asistido por su capellán y el párroco de Busdongo. Como invitado de honor figuraba el ex gobernador civil de Asturias Guillen Lafuerza, que fue quien adquirió los terrenos y los donó al Estado para la construcción de este monumental y artístico albergue de la Dirección General de Turismo. Después de la ceremonia de la bendición, las autoridades e invitados recorrieron todas las instalaciones y dependencias del edificio, sirviéndose a continuación una copa de vino de honor a los mandos e invitados.

Las obras tuvieron un coste diez millones de pesetas y tenía previsto un alojamiento especial para esquiadores, que en invierno aparecían para disfrutar de la nieve de Valgrande. Con la construcción del telesquí, que se realizaría años después por parte la Federación Norte de Esquí, se completaría esta importante obra de la Dirección General de Turismo. La decoración interior no desmerecía en nada a lo que es su idílica imagen exterior. Tanto los materiales con los que se construyó como la distribución eran excelentes, las vistas de algunas habitaciones sobre el bosque de Valgrande podían considerarse un auténtico lujo. Allí estuvieron muchos esquiadores, montañeros, turistas y gente de paso. Era un elemento fundamental en la Estación de Esquí de Pajares, siendo el centro de reunión social de numerosos grupos.

Hoy en día, en muchas publicaciones en internet se dice sobre el Parador de Valgrande que fue inaugurado por Franco cosa que es totalmente falsa. Como prueba podemos reseñar lo dicho por el duque de Luna director general de Turismo en su breve y elocuente discurso inaugural, fueron cortas pero precisas sus palabras: Vengo -dijo- en nombre del ministro de Información y Turismo para darles a todos la más cordial bienvenida en este acto inaugural de uno de los más magníficos Paradores de las rutas turísticas de España.

Por supuesto este complejo hostelero siempre estuvo estrechamente vinculado a la historia del esquí en nuestra región, justo detrás del Parador se instaló el primer telesquí en Asturias, en la pista llamada La Cerra y que fue abierta por Jesús Suárez (Chus Valgrande) y un pequeño grupo de aficionados. En este parador se alojaron numerosas personalidades de todo tipo y además en sus instalaciones se realizaron diferentes congresos y reuniones.

Una de estas importantes reuniones se celebraría el viernes 19 de enero 1968, en el Parador de Pajares, donde se hablaría del futuro de las comunicaciones, por carretera, de Asturias con la meseta. Pues en esos años, los asturianos además de las grandes empresas como eran El Musel, Uninsa; Ensidesa, Hunosa y todas las industrias, junto con el campo asturiano y el mar, en una palabra, la economía regional necesitaba romper con urgencia la barrera natural que en aquellos momentos encerraba a Asturias y su economía. Esta reunión fue protagonizada por los miembros de la Sociedad Promotora de la autopista de León-Asturias. Como órganos de esta Sociedad formaban parte las Diputaciones provinciales de Asturias y León, los principales Ayuntamientos y las Cámaras de Comercio y otros organismos. En total asistieron unas 100 personas, entre las que se encontraban los presidentes de las Diputaciones de Oviedo y León, los alcaldes de ambas ciudades, los de las poblaciones más importantes por las que atravesaría la nueva ruta y representantes de las entidades industriales, económicas y bancarias que formando la sociedad constructora, "Promoción de Autopistas Asturias-León, S.A." (Proalza). Con un presupuesto que se calcula en 3.000 millones de pesetas. Aquel día, en ese corro se estudio el proyecto de la nueva carretera Oviedo-León, que salvaría por medio de dos túneles las, alturas del puerto de Pajares.

En primer lugar, los reunidos efectuaron un cambio de impresiones sobre el futuro complejo deportivo del Puerto, cuyo proyecto, que importa 20 millones de pesetas y para el cual prometieron su apoyo las Diputaciones, este fue presentado por Jesús Suárez Valgrande. Después de unas palabras pronunciadas por el presidente de la Diputación de Oviedo, López Muñoz, haciendo historia de las gestiones realizadas, posteriormente el ingeniero autor del estudio y anteproyecto de la ruta, Antonio Linares, manifestó que en el mes de diciembre se había presentado al Ministerio de Obras Públicas el anteproyecto, con algunas variaciones respecto al estudio previo, y que el Ministerio consideró viable la construcción de la autopista. En esa reunión Linares y sus colaboradores estaban trabajando en el desarrollo del proyecto y cuyo presupuesto se calculaba en 3.000 millones de pesetas, de los cuales unos 750 corresponderían a los dos túneles del proyecto, de 4 y de más de 2 kilómetros respectivamente. Esta reunión sería muy beneficiosa tanto para los asturianos como para los leoneses, pero significó la pena de muerte del Parador de Pajares como veremos más adelante.

Pese a lo proyectado en esta primera reunión, el proyecto inicial seria modificado en muchas cosas y sobre todo en costes, además los trabajos no se adjudicarían hasta el año 1975, y en ese año en el mes diciembre se constituirá la Autopista Concesionaria Astur-Leonesa (Aucalsa).

En junio de 1976 se iniciaron los primeros movimientos de tierra. Las cifras que se manejaron durante aquellos años fueron importantes: 1.300 trabajadores, 90 kilómetros de trazado de alta montaña, con siete túneles de una longitud conjunta de 8.302 metros y seis viaductos, con una longitud de dos kilómetros.

Después de años de retrasos; pues el decreto de adjudicación fijaría el 17 de octubre de 1979 la fecha de apertura al tráfico de la primera calzada, está fecha seria ampliada hasta el 31 de diciembre de 1982. Por fin, el 11 de agosto de 1983, se abrió al tráfico la primera fase de la autopista, con la presencia del entonces ministro de Obras Públicas, Julián Campo Sainz de Rozas, y un joven presidente del Principado de Asturias, Pedro de Silva. Finalmente, en 1997 llegaría la conclusión de las obras de la autopista, con la apertura al tráfico del segundo túnel de El Negrón, con más de 4 kilómetros de longitud. La entrada en funcionamiento de la autopista del Huerna significó la merma de tráfico en el puerto de Pajares así como la disminución importante de usuarios del parador de Pajares y con ello el cierre de éste. No era primera vez que el peligro de cierre amenazaba al Parador payariego porque ya en tres o cuatro ocasiones estuvo o punto de que los cerrojos dejasen sus puertos clausuradas.

Pero en ese año de 1985 el cierre fue realidad. Meses después este parador pasaría a manos de la administración asturiana, quien le daría la puntilla definitiva tras un intento de reflotarlo bajo la gestión y titularidad pública. Pero esta será otra historia que espero me dejen contársela.

Afortunadamente para los asturianos y para todo el mundo este viejo Parador ha reabierto sus puertas, pero esta vez ya bajo propiedad y gestión totalmente privada.

Compartir el artículo

stats