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A mi aire

Catarsis urgente

A veces me pregunto en coincidencia con personas de mi entorno, y quiero suponer con buena parte de españoles, qué coño tiene que suceder en nuestro país, o, al paso que vamos, en lo que va quedando de él, para un drástico borrón y cuenta nueva para extirpar toda la podredumbre que nos infecta, y que no hay modo de meterle mano de una vez por todas.

Son incontables los casos que prácticamente ven la luz a diario, con lo que resulta fácil imaginarse lo que por ahí está larvado a la espera del paso en falso, fuego amigo, o enemigo, que de todo hay, todo que está bien hibernado a la espera del momento que más daño puede hacer.

El caso es que, una vez que todo se destapa, aún tienen la cara dura de negarlo pese a las pruebas evidentes, entrando en fase de dilatarlo todo, al precio que sea para ver si escampa un poco, comisiones de investigación, suspensión de militancia, alguna expulsión -mínimas-, pero todo con visible infección generalizada de un olor pestilente insoportable.

Los teóricos mecanismos de control son pura entelequia, trufados de nepotismo, endogamia y clientelismo, lo que nos lleva a constantes agravios comparativos al resto de las personas. Que nunca estarán en igualdad de condiciones con los de la casta. Las ventajas van inherentes a los enquistados en los diversos poderes.

Hartazgo total lo que sentimos una amplia mayoría de españoles ante tantos corruptos -mejor, ladrones- con decisiones incompresibles preñadas de injusticias. Todos campando a sus anchas con patente de corso para hacer lo que les viene en gana.

Los burros de esta carrera somos nosotros, suponiendo que alguna vez tendremos que dar coces. Ya tardamos.

España necesita una limpieza total en los más variados aspectos, no vale pasar la gamuza para quitar el polvo, se necesita una catarsis total, pues la mierda acumulada es mucha. Pero, sobre todo, que el peso de la ley caiga sobre ellos, incluida la devolución de todo los robado, amén de desenmascarar las múltiples connivencias del ovillo.

Qué quieren que les diga, soy pesimista, pero por lo menos me desfogo un tanto, y lo plasmo en esta opinión.

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