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Dando la lata

¿Qué pasa?

Pero, ¿qué pasa? No conseguimos que funcione casi nada. Mieres Tubos, a pesar de ser una empresa con carga de trabajo y una producción de calidad, se hunde a causa de, según me cuentan, peleas por el control. Triman, que no hace mucho tiempo abrió su segunda factoría en Loredo, también echa el cierre. Y Rioglass, tras años renqueando, que si va, que si no va, ahora tiene una pinta muy fea. Tanto que incluso corren peligro los empleos de la multitud de herederos de la casta que encontraron refugio y sueldo allí. Caudalia presenta cada día un aspecto más fantasmagórico, con una mitad prácticamente vacía y la otra a medio gas. Ni el nuevo hospital ni la sustitución de Eroski por Carrefour han servido de revulsivo dinamizador. Nació en el lugar equivocado, moribundo estaba y casi muerto está. Es algo tremendo. Se pueden contar con los dedos de una mano las empresas de cierto empaque que siguen adelante. El resto se nos viene abajo. Donde ya teníamos una chuchurría actividad económica, lo poco que queda va fatal. Vaya gafe que llevamos encima, demonios. Es como si Mieres no tuviera otra solución que la empresa pública. Que quebrara hasta un negocio de fabricación de medicamentos es la muestra de lo rematadamente torpes que somos para esto de la iniciativa privada. Un día nos convirtieron en asalariados de un patrón llamado España y de ahí no somos capaces de salir. Ni queremos, me temo. A nadie preocupó que Hunosa perdiera dinero desde el primer día. Y sesenta años después, así estamos, como el niño que se levanta de la cama y no encuentra a mamá en casa. Cada vez que oigo que hay que construir más viviendas me pregunto que para quién, si mañana seremos menos que hoy. Y con los proyectos de ampliación del suelo industrial me sucede algo parecido. ¿Para qué? No creo que haya que hacer más de nada. Hay que mejorar y optimizar lo que ya existe. Con eso, basta y sobra. Y, al mismo tiempo, urge tumbarse en el diván y que nos estudien los profesionales. ¿Cómo es posible semejante índice de fracaso empresarial? Algo nos pasa, está claro, pero no sabemos qué.

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