La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Nos conocemos

Pues claro que estaría muy bien recuperar y sacar provecho de nuestro patrimonio industrial. Tenemos mucho y bastante abandonado. Pero nos conocemos, sabemos cómo somos y ya hay ejemplos de inversiones culturales fallidas por falta de atención. Porque no es sólo levantar un museo o poner en marcha un parque temático. Es conservarlos, vigilarlos, atenderlos, exponerlos, renovarlos, promocionarlos? Y, ahí, nos conocemos. Que no fuimos capaces ni de mantener abierto un simple quiosco de información turística. Ni la Casa Duró. Ni el museo de la tonada. Lo sucedido con el sanatorio de Bustiello es el paradigma mierense: se gastó una millonada en la rehabilitación de esa maravilla para, acto seguido, echar la llave y dejarlo a disposición de vándalos y ladrones. Dicen que ahora lo van a volver a arreglar. ¿Para hacer lo mismo? Si Mieres quiere museos, primero ha de preguntarse si está en disposición de conservarlos y explotarlos razonablemente. Que nos conocemos y ya sabemos el peculiar modo que tenemos de cuidar las cosas: no hacer nada hasta que quedan hechas una mierda. Y después exigimos que alguien pague la reconstrucción. Aquí hay arqueología industrial para dar y tomar. Vale, consigamos que alguna administración pique el anzuelo y financie su recuperación. Y entonces, ¿qué? ¿La mantendrá el Ayuntamiento de Mieres? Insisto: que nos conocemos, que no lucimos ni un parterre, que los museos son muy guapos pero dan mucho trabajo. Hay que estar allí por si vienen a visitarlos, pasarles el trapo del polvo, quitar el zarzal de la entrada, borrar las pintadas y llevar las cuentas. En definitiva, abundante tarea y un gasto constante. Porque nos vamos a ver en las mismas de siempre, que si esto le corresponde al Principado, al Estado, a la ONU, que si no hay perres, que si yo no pago? Y otra inversión a hacer puñetas. La idea no es mala: si la actividad minera no va a ser nuestro futuro, al menos démosle brillo a su pasado. Pero esto, para salir bien, necesita el compromiso firme y duradero de una sociedad y una administración que vienen demostrando desde hace mucho tiempo que eso de cuidar y proteger lo público no va con ellas. Que nos conocemos.

Compartir el artículo

stats