La política tiene, en ocasiones, situaciones muy curiosas. Por ejemplo, un político chamuscado, en estado agónico, dado por muerto, puede llegar a dar vida a otro, incluso a un adversario. Es el caso de Rajoy. La sentencia de la "Gürtel" es la puntilla al prestigio del presidente del Gobierno, salpicado ya por tantos casos de corrupción insoportables de aguantar con dignidad. Y su caída, presunta, en política nunca se sabe y Rajoy se ha enrocado en la Moncloa, ha despertado al desaparecido Pedro Sánchez. Del líder socialista se hacían ya chanzas sobre su salida de la escena pública. Ahora toma aire y reaparece con una moción de censura al PP que le coloca en el centro del escenario. Y para el centro-derecha es más peligroso el PSOE que Ciudadanos. No porque se pueda apoyar en partidos independentistas, sino porque es una alternativa a la izquierda y Albert Rivera se limitaría a tomar el relevo de los populares.
