Salvando las distancias, pasa un poco como cuando los fieles de la Virgen del Rocío no se aguantan, y saltan la verja. Aún queda un año para las elecciones autonómicas, municipales, locales y europeas, y el pistoletazo de salida ya está dado. Se palpan en buen parte de los partidos la toma de posiciones para al final estar en los puestos con derecho a beca. Todo trufado con las clásicas luchas internas, arreglos entre bambalinas, descalificaciones o sutiles navajeos entre "amigos" hasta la cita electoral. Aunque el calendario puede quedar marcado por la moción de censura o el posible adelanto de elecciones, bien porque el Gobierno de un paso atrás para salir del atolladero y desprestigio en que se encuentra o porque la compleja situación actual no aguante más y reviente. En Asturias, todo indica que en el PSOE habrá cambios drásticos, pues Barbón y sus muchachos barrerán a la vieja guardia, pese a la repetida "integración".
Por Foro soplan vientos de cambio, al menos en su cabeza visible, aunque lo estén haciendo de un modo burdo y con nula ética. Los Populares van a seguir con los mismos caretos, aunque con lo que tienen encima y lo que parece queda por venir, mejor será que comiencen a rezar. No les arriendo la ganancia.
En Podemos la historia del chalecito no les va a ayudar precisamente. Y en cuanto a Ciudadanos a los que las encuestas aúpan, todo puede depender de lo que pase con el gobierno central, que está bastante oscuro. Y en IU con el enemigo dentro, ya veremos.
Todos se van preparando con tiempo para el sprint final, incluidas las artimañas que pinten para cruzar la meta con derecho a premio. Y es que la beca cuatrianual resulta muy golosa y si no que se lo digan a quienes llevan disfrutando de ella, que ahora mismo comienzan a sudar en frío ante el temor de no renovarla. Sería interesante la entrada de aire fresco en las instituciones, aunque temo se va a limitar a simple brisa. Pero por algo hay que empezar.
