Cascos comiéndose a Cristina Coto, entre culete y culete.... Podría ser el cuadro actualizado de Goya "Saturno comiendo a un hijo". En el caso del "general secretario" no sería el primero. Ya ocurrió hace unos cuantos años, cuando estaba en el PP y quiso hincarle el diente a Marqués. Carmen Moriyón debería poner sus barbas a remojar, en sentido figurado. La voracidad de Francisco Álvarez-Cascos, el vicepresidente del Gobierno de Aznar que hacia temblar a altos cargos y nobles con cargos con su presencia, no encuentra saciedad. Podemos y Garzón (IU) también quieren fagocitar a Izquierda Unida en Asturias, que se resiste a ser engullida en las "confluencias", aunque sea sobre el mantel de un referéndum interno. IU tiene en el Principado buenos platos políticos y no quiere ser digestión ajena. Pedro Sánchez, al que también se quisieron zampar sus barones, es ahora el chef y llama a su mesa a los fieles asturianos que le acompañaron entre fogones. Bueno sería ahora que el menú guste por estas tierras y no se nos indigeste.
