Un cuarto de siglo después de la extinción de la RDA, el periodista Sandman es el depositario de uno de los últimos vestigios de la Alemania comunista: un empaste que ya no da más de sí. Desde el sillón del dentista, Sandman rememora los días de la caída del Muro, desenredando los hilos de una madeja en la que se mezclan las tropelías de la dictadura y los hitos de su hundimiento con las vicisitudes del protagonista y, en una muy original deriva, con sus propios sueños, convertidos en crisol surreal donde las líneas maestras de la narración se recombinan para volverse símbolos que trascienden la limitación de los hechos desnudos.
Magnífica síntesis de un proceso que, hasta la caída de la Torres Gemelas, fue considerado el punto final del llamado "siglo XX corto", la novela gráfica Arenas Movedizas resulta de la alianza entre un inteligente guión -muy esclarecedor de las caóticas circunstancias que rodearon la apertura de la frontera- y las muy peculiares ilustraciones de la berlinesa Kitty Kahane. El trazo en apariencia descuidado e inocente de Kahane se revela como un aldabonazo expresionista capaz de desnudar tanto el horror totalitario como la ineptitud burocrática que habrá de precipitar a la dictadura en la fosa. El periodista Max Mönch y el cineasta Alexander Lahl, los padres literarios de la historia, enlazan además al informador Sandman con una joven alemana cuya oscura vida está marcada por la hipervigilancia y la delación. Porque la traición de familiares y amigos fue a la postre el gran veneno que fue corroyendo la vida de los habitantes de la República Democrática Alemana hasta igualarlos a las descarnadas figuras salidas de la pluma de Kahane.
En 1845, 170 años antes de publicarse en Alemania Arenas Movedizas, el psiquiatra alemán y notable dibujante Heinrich Hoffmann dio a un editor amigo una colección de historias ilustradas titulada Pedro Melenas y concebida como regalo de Navidad para su hijo de apenas cuatro años. Estos diez breves apólogos pedagógicos sobre las desastrosas consecuencias de las travesuras infantiles están tratados con tal ferocidad que ningún maestro actual los recomendaría a los padres más que para su propio deleite. Y sin embargo su éxito durante décadas les valió múltiples traducciones y cientos de miles de ejemplares.
La edición con la que Impedimenta conmemora el aniversario de Pedro Melenas es toda una apuesta por el diálogo entre siglos. Diez de los mejores ilustradores españoles han ideado otras tantas fábulas que amplían la senda iniciada por Hoffmann. Por si fuera poco, cada uno de ellos ha imaginado su propia versión del personaje de Pedro Melenas. El resultado es un volumen de una riqueza plástica apabullante.
